El OAKA, último escollo blanco para la Final Four
Calathes jugará y Llull aún no ● El Panathinaikos prepara sorpresas
El Real Madrid está a un triunfo de clasificarse para su sexta Final Four en las últimas siete temporadas, pero el Panathinaikos no arroja la toalla. Se agarra a su afición, a un OAKA que hoy se llenará con 18.000 aficionados griegos (20:00, Movistar+ Deportes).
La que se presentaba como una de las eliminatorias más reñidas de estos cuartos es la única que marcha 2-0. Gana el Madrid, a un triunfo de meterse en su sexta Final Four en siete años, cuando en las 27 ediciones previas de la Copa de Europa con este formato (1966, 1967 y luego de 1988 a 2012) solo se clasificó en cinco para la ronda decisiva. Los blancos han ganado siete veces seguidas al Panathinaikos en el último año, tres en el playoff del pasado abril y cuatro ya este curso. Pero ahora tienen que superar el último escollo para cruzar la meta: vencer otra vez en el OAKA menos de un mes después de que lo hicieran con un triple de Rudy en la última décima.
A Calathes, nefasto en lo que va de serie (6 de 30 en el tiro), le habían puesto el cartel de “dudoso” por unas molestias en la rodilla, pero jugará. No lo hará todavía Llull, aunque ha viajado y ya se ejercita sobre la pista. Sí estará Campazzo, el mejor jugador de las cuatro eliminatorias (7,5 asistencias, 4 robos y 22 de valoración), que ha superado en dirección a la estrella griega y ha atado en corto a Langford. Tavares y Taylor son otras dos piezas vitales para Laso en este enfrentamiento. El alero sueco sobresale en el marcaje a Calathes y lleva 6 de 9 en triples, máximo anotador blanco con 12 puntos de media. “Sentimos que la remontada es posible”, dice Lojeski, que avisa de “un par de jugadas nuevas” y alguna otra sorpresa. Pitino le pide a los suyos inteligencia.