Cambios de motor y unos libres arruinados
Gasly fue el más rápido de la segunda sesión con el Red Bull, pero sin rebajar los tiempos de la primera con Hamilton, Verstappen y Vettel en décima y media. La lluvia invalidó el viernes
Aveces llueve y no queda más remedio que salir a mojarse. En Hockenheim, por ejemplo, porque había 25 puntos para el ganador y un gran premio de F1 en juego. Pero en unos entrenamientos de Hungaroring
con condiciones mixtas que no se esperan ni en la clasificación ni en la carrera, las escuderías vieron poco que rascar: segunda sesión muy light
con tiempos muy pobres que no mejoraron los de la mañana, así que Hamilton se acostó con el mejor crono del día seguido de Verstappen y Vettel,
separados por una milésima entre ambos y no tan lejos de la cabeza. Lo más interesante del día: un par de trompos de Mad Max y un
accidente de Albon con el Toro Rosso.
Al menos el otro Red Bull, el de Gasly, se llevó la alegría de acabar al frente de una tabla de tiempos con cuatro compuestos diferentes de neumático en los cuatro primeros puestos. Ahora, conclusiones pocas en Hungría y mucha tarea pendiente. De hecho, fue un día de averías ciertamente llamativas: Bottas
no marcó tiempo en la sesión inicial porque su equipo descubrió un fallo en el motor y decidió sustituirlo. Volvieron al que estrenó en Australia, cargadísimo de kilómetros pero con una fiabilidad implacable, aunque estrena batería y centralita.
También en Mc Laren hubo maniobras de montaje: a Sainz
le reemplazaron la unidad de potencia entre el primer entrenamiento y el segundo, en este caso se sacó el que estaba previsto utilizar durante todo el viernes, el mismo que estuvo muy cerca de romperse
en Paul Ricard y que luego ha funcionado durante varios viernes. Fue por una fuga hidráulica, caso similar al de Norris unas horas después. Si se perdió tiempo en pista poco importa, porque nadie más lo aprovechó. No fue su mejor viernes: Norris fue noveno y Sainz, 12º quedándose fuera del top-10. De todas formas, la fiabilidad de Renault lleva en entredicho desde el inicio de año, a pesar de la mejora de prestaciones, y a la vuelta de las vacaciones se presume que llegará la próxima penalización por estrenar unidad.
Aunque seguirá lloviendo hasta mediodía, se espera que la clasificación se celebre en seco, igual que la carrera. El calor es lo único que puede limitar las posibilidades de Mercedes, que apunta de nuevo al doblete. El Ferrari es más rápido en el primer sector, el de la recta, y mucho más lento en el último, el de las curvas lentas. Red Bull hace justo lo contrario, aparentemente con más éxito en este trazado revirado. Las flechas de plata, equilibradas, lo hacen todo bien. Aunque tras el revolcón que se llevaron en Hockenheim, y con nubes negras sobre el cielo de Hungaroring, no es de extrañar que hayan preferido esconderse hasta ahora.
Afectados Bottas, que se perdió los L1, y Sainz tuvieron que cambiar sus
motores