Cáceres reinventa su vuelo: “No recuerdo estar tan bien”
El de Onil hizo 8,33 en longitud con viento ilegal y 8,19 legales
AEusebio Cáceres en su grupo de entrenamiento le llaman “el reactor”. Se lo dicen por su tremenda velocidad de entrada al foso de longitud, con el que se reencontró definitivamente el domingo en Soria. A los 27 años, el Saltamontes de Onil voló como en sus mejores momentos. A la primera hizo 8,33, con viento ilegal (+2.5), y en el cuarto marcó 8,19, con 1.4, impulso eólico válido (el límite es 2.0) y mínima de los Mundiales de Doha (desde el 27 de septiembre). “Me encanta estar así, no recuerdo haber estado tan bien de forma nunca”, explica.
Cáceres se acerca así a ese “jet” que en 2013 fue cuarto mundial y voló a 8,37, siendo segundo español de la historia tras Lamela (8,56). Luego llegaron las lesiones (“estaba en un laberinto”) y ahora el 8,33 supone el segundo mejor salto de su vida. ¿Qué diferencias hay entre aquel Eusebio de hace seis años y este? “Antes dominaba exageradamente la carrera y la entrada. Por eso salté mucho. Ahora estoy a años luz físicamente, muchísimo mejor, pero me falta ese control de la tabla, que llegué a tenerla distorsionada, aunque he construido muchas partes”, dice. Cambio. Para poner fin a su fragilidad y a las lesiones, Eusebio cambió hace tres años Onil por Madrid, donde se entrena con Juan Carlos Álvarez, estudioso de los saltos, y es seguido muy de cerca por los médicos de la Blume. “He perdido cuatro kilos y aún así mantengo la fuerza de las pesas. Se nota a tope,”, cuenta Eusebio, que se ve “animado y confiado”.
El Saltamontes comparte día a día con el Pájaro Rodríguez, Pablo Torrijos y Héctor Santos, el onubense que ha volado también a 8,19.
“La longitud se pone bien, y claro que me anima que esté Héctor. Si aprieta, habrá que estar cerca”, sigue Eusebio, que en su salto de Soria entró a tabla a 10,5 metros por segundo. “Luego entré a 10,8 e hice dos nulos, pero sé que puedo sacar una batida más rápida”, avisa Eusebio con ganas de Mundiales: “La temporada es larga y me viene bien. Saber que puedo competir e ir a más es algo que me encanta”.