AS (Baleares)

El Madrid es un mar de dudas

Zidane tuvo que cambiar del 3-5-2 al 4-4-2 por la debilidad del equipo Marcaron Marcelo y Casemiro Bale volvió a jugar El Madrid perdió en los penaltis

- MARCO RUIZ REPORTAJE GRÁFICO: JESÚS A. ORIHUELA

Pronto el misterio quedó desvelado. Zidane repitió ayer ante el Roma, al menos de inicio, con tres centrales. Le ronda por la cabeza que sea su carta de presentaci­ón en el debut liguero. Pero ni el partido ante el Salzburgo ni el de ayer han dejado pruebas de que sea la mejor elección. Es un sistema poco trabajado. Tiene más sombras que luces. Entre estas últimas está Marcelo. Marcó un golazo y asistió en el segundo. Pero ni siquiera eso puede considerar­se una virtud en este Madrid tan endeble. En la segunda parte cambió Zidane al 4-42, con Vinicius y Hazard en las bandas y Benzema y Jovic en punta, y el equipo empezó por fin a carburar tímidament­e.

El dibujo 3-5-2 dejó varias certezas. La primera, la descordina­ción de los tres centrales y las dificultad­es que tienen cuando han de caer a banda y quedan al descubiert­o con hombres de ataque más rápidos. Militao lo sufrió con Zaniolo en una acción puntual que le dejó en evidencia. En segundo término, la dificultad para tener la posesión del balón. Y finalmente, que poner a Hazard en punta es acercarlo al gol pero alejarlo del juego. Malo para el Madrid.

Lo cierto es que los misterios de Zidane son insondable­s. De otra manera tampoco se entiende que haya apostado por Carvajal como titular en los dos últimos partidos cuando en el primero oficial ante el

Celta está sancionado (de momento el indulto no es efectivo). Odriozola comparecer­á con 147 minutos menos en las piernas que él. Pero algo hay que reconocer al técnico francés. Que no da puntada sin hilo. Sin pronunciar palabra ha mandado un mensaje claro a los porteros. Ha sido Courtois quien ha jugado los dos últimos... enteros. Keylor tendrá que conformars­e con la Copa o con buscar equipo de aquí a final de mes.

La primera parte fue directamen­te una verbena sin control. Courtois se vio obligado a desbaratar hasta cinco ocasiones claras del Roma. Ünder estrelló un balón en el larguero en la primera de ellas. Y, con todo, fue el Madrid el que golpeó primero en una jugada magistral de Modric, que encontró el hueco entre los centrales para filtrar un pase a Marcelo. El brasileño recortó y le pegó con la derecha como si no fuera zurdo.

El empate llegó en una presión desordenad­a del Madrid tras la que Zaniolo se quedó mano a mano con Casemiro. El italiano ganó por velocidad y encontró el pase a Perotti. En los últimos minutos del primer tiempo hubo espacio para dos zarpazos más. El primero de Casemiro, pletórico en sus primeras aparicione­s de la pretempora­da. Cabeceó arriba un centro de Marcelo en una jugada ensayada de córner (por cierto, en claro fuera de juego). Sólo un minuto después Dzeko devolvía las tablas al marcador.

La segunda parte le dio a Bale una oportunida­d con la que no contaba. Zidane se lo había llevado contra pronóstico a Roma aunque el movimiento olía más a presunta humillació­n que a intento de redención. Hubo algún malpensado que lo vio sustituyen­do a Marcelo en el lateral. Algo así como un aviso: “Eso es lo que te espera si te quedas”. Y quién sabe si no sucedió porque Zidane se vio obligado a cambiar el sistema. Pero hay voluntad de cambio en el galés. Se le vio hasta defender… y no marcó de milagro en dos ocasiones en las que sacó su zurda a pasear: una se fue al lateral de la red y la otra silbó al poste.

Pero ni para recuperar a Bale sirvió el partido, que se llevó el Roma en los penaltis. La noche en el Olímpico no añade si no más dudas a este proyecto que parece inacabado y que, si empezó con un patrón claro, está muy lejos de parecerse a la idea originaria.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain