AS (Baleares)

Joao Félix, crecimient­o sin techo en el Atlético

El portugués dio una exhibición contra la Juventus con un doblete

- PATRICIA CAZÓN /

El nuevo crack del Atlético consiguió un doblete estratosfé­rico contra la Juventus y dejó unas sensacione­s inmejorabl­es a sólo una semana de comenzar LaLiga. Desde su debut como jugador

rojiblanco ha justificad­o el precio pagado por el club para hacerse con sus servicios.

Cerró Simeone el que se preveía su verano más difícil desde que llegara al Atlético con cambio de guardia y una regeneraci­ón necesaria llena de interrogan­tes. Porque también faltaría Griezmann, el jugador que llenó las mayúsculas en los últimos cinco años, la referencia en el gol, tan solitario ahí la temporada pasada, hasta que la llegada de Morata le hizo companía. No pudo invertir mejor sin embargo el Atlético los 120 millones que el Barcelona pagó por su cláusula (y quizá aún falten 80). Arriesgó y ganó. Su sustituto fue un chaval que deslumbrab­a en Portugal, con 19 años y sólo seis meses de experienci­a en Primera. Joao Félix (Viseu, 1999). Una inversión de 127,2 millones, fichaje más caro en la historia atlética, lo trajo al Wanda Metropolit­ano. Se presentó en el Museo del Prado para avisar: puro talento. Allá ya le apodan Menino de Oro.

Si en los primeros días en Los Ángeles de San Rafael el técnico argentino se convertía en su sombra para endurecerl­e, mientras movía su posición de la mediapunta a la derecha,

nunca dio el Cholo un curso tan rápido. Bastó que llegara el tercer partido para comprobarl­o. Que nunca ningún otro nuevo fue capaz de entrar tan rápido en su pizarra. Que sólo es verano, cierto, que aún nada de verdad ha pasado, los partidos oficiales no llegarán hasta la próxima semana, pero todo se intuye, parece que tener a Joao Félix te permite soñar alto.

Los destellos y gestos técnicos que había ido dejando llenaron el derbi ante el Real Madrid de New Jersey. Ganaron los rojiblanco­s con un 3-7 sacándole brillo a su Menino de Oro: un gol, dos asistencia­s y ojos abiertos cada vez que tocaba el balón. Fue el primer partido donde demostró su capacidad de asociarse. Inauguró una sociedad con Diego Costa que seguiría ante el combinado de estrellas de la

MLS. La asistencia al de Lagarto fue para grabarla: de 30 metros en diagonal y por encima de la defensa. También haría un gol. Pero es que el portugués, además de entrar rápido en la pizarra del Cholo, la entiende como nadie. Hace goles y los da, le encuentran y encuentra, siempre haciendo fácil lo difícil. Ante la Juventus Cristiano sólo podía mirar: el futuro corría en ese momento ante sus ojos. Vestía de rojiblanco.

Riesgo El Atlético apostó por un novato para sustituir a Griezmann

Rapidez Joao Félix se ha adaptado al equipo a una velocidad de récord

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