... y el Betis es colista
Rubi no encuentra el equilibrio en su juego
Déficit No hay garantías defensivas en el equipo y el riesgo es muy alto Armas Rubi confía en la base de la plantilla y la vuelta de Borja Iglesias
EI Betis no disfruta del arranque de Liga que esperaba tras un verano repleto de incógnitas en el que llegó Rubi al banquillo y la plantilla varió sólo algunas piezas. La realidad muestra cero puntos en el casillero, siete goles en contra y una última posición que enciende las alarmas cuando la mirada debe dirigirse a los puestos que dan derecho a competiciones europeas.
No hay que irse muy lejos para encontrar al cuadro bético en ese último puesto de la tabla de Primera: ocurrió el pasado curso en la primera jornada tras un 0-3 contra el Levante en el Benito Villamarín que dirigió sus focos contra la figura de Quique Setién y sus excesivos riesgos a la hora de imponer su filosofía de juego. No sería tan alarmante la campaña después, aunque el objetivo no se alcanzara.
Rubi, de momento, mantiene la cautela sin temor a que esta situación se alargue mucho en el tiempo bajo la certeza de que el ambiente en Heliópolis en la próxima cita liguera contra el Leganés se parecerá mucho a una final.
Carencias. El Betis se topó con algunas circunstancias en contra en su debut contra el Valladolid y la expulsión de Joel Robles tras un error defensivo tuvo consecuencias alargadas hasta la segunda jornada, cuando el Barcelona arrolló al joven Dani Martín sin piedad. Pero más allá de las dudas en la portería tras la marcha de Pau López y la lesión de Borja Iglesias, nadie vislumbra el sello de Rubi en este nuevo proyecto. Las deficiencias defensivas son numerosas e incluso el club busca un pivote en el mercado para mejorar las prestaciones de un equipo que arrancó con su peor cara.