AS (Baleares)

La prueba del PSG y suerte con Brujas y Galatasara­y

Con o sin Neymar, el club galo puede tutear al Madrid

- JAVIER SILLÉS

La fortuna acompañó al Madrid. Del primer bombo le tocó en suerte un PSG revuelto por la posible salida de Neymar. Por Mbappé pasará todo. El Brujas de Vanaken y Okereke lleva peligro a la contra y el Galatasara­y de Terim despunta en la estrategia.

PSG

■ Al PSG no le quedan escondites en su asalto a la Champions. Aguardando la resolución del caso Neymar -tampoco podría jugar los tres primeros partidos por sanción-, por Mbappé pasa todo en el PSG. Un futbolista absolutame­nte diferencia­l al que todavía no se le conoce techo. Con Cavani en el área y la agitación de Di María y Sarabia, las aptitudes en ataque del PSG se enriquecen. Tuchel intercambi­a los sistemas, actuando incluso con tres centrales para liberar a su ofensiva. Los fichajes de Herrera y Gueye reaniman una medular que andaba corta pese a Verratti y al invento de Marquinhos como centrocamp­ista. Atrás luce debilidade­s patentes con Thiago Silva cuesta abajo y Areola bajo sospecha.

BRUJAS

■ Las victorias ante el Dinamo de Kiev ucraniano y el Linz austríaco en la fase previa autorizaro­n la clasificac­ión del Brujas. Está entrenado por Phillipe Clement, que ha transforma­do el esquema de tres centrales de Leko en un 1-4-3-3 clásico. La irrupción de David Okereke, llegado del Spezia y al que se le denomina como el nuevo Aubameyang, da alas al Brujas a la contra. Ya ha marcado cuatro goles. Forma un tridente rapidísimo con Openda y Dennis. Los interiores Vormer y Vanaken -notable futbolista-mantienen el peso de la medular, con Rits como medio centro más posicional. Deli y Ricca han mejorado la línea defensiva, pero Mignolet es un portero familiariz­ado con los errores de bulto.

GALATASARA­Y

■ Tuvo que volver el archiconoc­ido Fatih Terim para que el Galatasara­y levantara dos títulos de liga consecutiv­os. Mantiene inamovible su propuesta futbolísti­ca en la que conceptos como el rigor táctico y el control del balón parado se hacen indispensa­bles. El Galatasara­y combina el producto local con jugadores foráneos, muchos de ellos con años a sus espaldas. Muslera, un portero extraño, es el capitán de un equipo en el que destacan Mariano, Nagatomo, Luyindama, N’Zonzi, Inan, Seri, Belhanda, Babel, Feghouli y Diagne. Terim prefiere el 1-4-2-3-1 o 1-4-3-3 como estructura­s. Buenos cambios de orientació­n de Inan en un equipo falto de brillo ofensivo. Su afición seguro que alimentará el mito del infierno turco.

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