Desde San Mamés hasta el infierno de Los Machucos
Roglic: “Un cara a cara de líderes”
De Los Machucos, la terrible subida cántabra que hoy servirá de final en alto para la 13ª etapa de la Vuelta, Chris Froome llegó a decir que, por él, “nunca más” volvería. Aquel 6 de septiembre de 2017, la ascensión se estrenó en la ronda española y se convirtió en un auténtico calvario para el británico, que llegó desfondado a la meta y salvó la jornada gracias a su entonces gregario Mikel Nieve.
Hoy será la segunda ocasión en la que se escale la cima donde está situado el Monumento a la Vaca Pasiega y habrá otro maillot rojo foráneo que se enfrente a ella: Primoz Roglic. “No la conozco, será la primera vez que suba. Sé que tiene una rampas empinadísimas.
No sabía que Froome afirmó eso sobre Los Machucos, cada uno tiene su opinión y yo la tendré cuando llegue arriba”, comentó el esloveno en Bilbao, tras vestir por segundo día el maillot rojo.
Roglic se muestra tranquilo. Su equipo y sus fuerzas responden: “Los compañeros están haciendo un gran trabajo. Será otra oportunidad para que demuestren su fortaleza. Creo que es un día para que las escuadras se expriman desde el kilómetro cero”. Aunque también avisa de que cuando se enfrenten a la ascensión final (6,8 km al 9,2%, con tramos al 25%), será el momento en el que “los líderes se queden solos y se midan cara a cara”.
La importancia de los gregario estará en el terreno de aproximación, ya que antes de Los Machucos, de categoría especial, se tendrán que subir otros seis puertos, cuatro de tercera y dos de segunda.
En San Mamés. Un recorrido infernal que contará con un llamativo arranque en el estadio de San Mamés. El pelotón incluso dará una vuelta dentro del moderno hogar del Athletic. En el antiguo, ya desaparecido, la ronda española llegó a entrar en las ediciones de 1960 y 1962. La última experiencia en un campo de fútbol data de 2002, cuando la carrera acabó en el Santiago Bernabéu con una crono que coronó como ganador a Aitor González.
Subida final Froome llegó a decir que le gustaría no
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