Estados Unidos se juega el liderato frente a Brasil
Grecia y República Checa, con opciones de pasar
Acusado el juego de la NBA desde los sectores más retrógrados del baloncesto europeo como anárquico, simple y poco táctico, Gregg Popovich y su equipo de ayudantes se han plantado en China para dar réplica a los que piensan que en Estados Unidos todo es show. Allí también hay pizarra. Y razonamientos sencillos. Si no tienes tanto talento para atacar, defiende.
Y Estados Unidos, un conglomerado de jugadores anárquicos en otras ocasiones, ha demostrado que si existe la necesidad, también es capaz de apretar los dientes. Desde 1954, un conjunto USA no dejaba dos partidos seguidos en menos de 55 puntos a su rival. Pese a ser un equipo sin apenas hombres altos, Popovich ha conseguido que sean los mejores reboteadores del torneo (49,8 capturas por encuentro).
Estados Unidos sabe que este Mundial no lo van a ganar silbando y que no les sobran puntos más allá del liderazgo que ejerce Kemba Walker. Pero sí piernas, actividad y orgullo entre gente tan joven. Hoy el USA Team se mide a Brasil. Si gana, asunto previsible, será primera de grupo. La romántica aventura de la verdeamarelha, sin embargo, amenaza con terminar.
Se cayó a plomo contra la República Checa (71-93), condenándose en el triple empate que se dará en caso de que Grecia le gane a los checos y los de Aza Petrovic pierdan en Shenzhen. La única posibilidad de que Brasil avance es doblegar a un equipo que lleva 23 partidos seguidos ganados en la Copa del Mundo y que ha aprendido a apretar los dientes. Y aunque Brasil ha derrotado a Estados Unidos en cinco de las doce veces que se han medido en un Mundial, esta parece la más difícil.