Las experiencias extremas de Garbajosa
■ El 1 de septiembre de 2006, la Selección se jugó en Saitama la clasificación para la primera final de un
Mundial ante Argentina, entonces campeona olímpica con su generación de oro. A 1:30 del final de un partido tenso, jugado en un puño, Navarro encontró a Pau Gasol en el poste bajo. Oberto trató de alejarlo del balón pero Pau lo recibió y ahí era imparable. Giró hacia la canasta y el argentino, superado, cometió falta. Algo extraño sucedió entonces. Gasol se fue al suelo con mala cara. Se había fracturado parcialmente el quinto metatarsiano del pie izquierdo. El primero que se le acercó fue Jorge Garbajosa, ahora presidente de la FEB, que cuenta 13 años después para AS qué le dijo cuando intentó levantar al hoy pívot de los Blazers: “Tú eres más fuerte que eso Pau”, le gritó intentando encontrar algún tipo de reacción en el pívot de Sant Boi. Era imposible. De manera casi heroica, y con evidentes síntomas de dolor, Gasol metió los dos tiros libres. Antes de lanzar el segundo, se giró al banquillo y encontró la mirada de Pepu Hernández. “Cambio, ¡cambio ya!”. Pepu llamó inmediatamente a Carlos Jiménez. Gasol se fue al banquillo 73-67. Ya no jugaría más. España ya sólo anotaría dos tiros libres más a través de Calderón. Argentina, un triple y un tiro de dos de Pepe Sánchez y dos libres de Scola. Nocioni falló el triple decisivo y entre Garbajosa, Jiménez y Rudy despejaron el balón y el rebote hasta la gloria.
No fue la única experiencia extrema que el actual presidente de la FEB ha vivido en un Mundial. El 8 de septiembre de 2010, en los cuartos de final ante Serbia en
Estambul, España defendía para meterse en semifinales. Garbajosa también lo evoca para esta sección de historias de los Mundiales. “Fue el momento más duro de mi carrera. Probablemente, o sin probablemente. Teníamos una norma de equipo que es que a falta de diez segundos, si hay un pick
and roll, se cambia (el marcaje). Sobre todo, si el cambio afecta al cuatro. Así, me quedé con Teodosic. A la distancia que estaba, entendí que iba a penetrar porque estaba tremendamente lejos. De hecho, alguna vez Teodosic, que es un tipo simpático, me ha dicho que se jugó el triple porque no tenía piernas para penetrar. Sabía que se quedaba sin fuerzas. Lo normal es que de 100 tiros no entren 99... y ese es el que entró”. Pero el lanzamiento lo hizo y Garbajosa rompió a llorar en los micrófonos de La Sexta. Por fortuna, cuenta, la mente desconectó en aquel momento. Es lo último que recuerda de aquella triste tarde.