Lo que no se ve de Marc a primera vista
España tuvo un +22 con él en pista ante Polonia
Las emociones del directo y las prisas de las crónicas periodísticas web de los nuevos tiempos impiden en ocasiones poner el foco en detalles que explican mejor el baloncesto que un tiro fallado. Marc Gasol jugó menos de 24 minutos contra Polonia. Sus porcentajes no fueron buenos: 3/6 en tiros de dos y 0/2 en triples. Sufrió también atrás (sólo cogió dos rebotes) y no hay duda de que su larguísima temporada NBA también pesa. “Terminé quemando aceite del malo”, admitió en una entrevista con AS.
Sin embargo, y conforme uno avanza en la estadística del partido ante Polonia, se descubre un dato demoledor. Con Marc en la cancha, España tuvo un +22 en el más/menos general del equipo. Ningún jugador llegó a esa cifra. Con Rudy y Claver, la Selección estuvo en +19 y con Ricky, en +17. Sin embargo, Willy jugó un grandísimo duelo en términos anotadores y España con él estuvo -10. O -4 con Oriola y Llull. Seguramente, Gasol podría jugarse más tiros y engordar sus números a riesgo de convertirse en un jugador tóxico para el equipo. Al contrario, está mirando con sensibilidad por el grupo y haciendo exactamente lo que le conviene a la Selección, no a él.
Ese +22 tiene que ver, por ejemplo, con sus siete asistencias, el 25% del total de España. Pero sobre todo descubre que con Marc en la pista, España es un conjunto más sabio, con más aplomo, que domina mejor los tiempos en defensa y que genera juego a espuertas en ataque. Desde el poste
alto, marcando el tiempo mientras sus compañeros realizan continuos pases. Desde el bajo, sacando el balón hacia los lanzadores cuando los rivales colapsan la pintura. Esa lectura del juego ha sido básica para que España haya roto a anotar tras una primera fase complicada. Hacer
90 puntos a Polonia y generar 28 asistencias habla de un equipo que ya sí está explorando sus límites.
Presencia La Selección es un equipo
con más aplomo con el pívot en
cancha
El discurso de Marc, además, está a la altura de la humildad que está demostrando en la pista. “Estoy orgulloso de colaborar con los chicos”, dijo con sencillez en la zona mixta después de cuartos. El pívot fue menos ambicioso en el discurso que Ricky pero, después de ganar el anillo, ha vuelto a oler la sangre de una final y se va a dejar todo por cerrar un año memorable de su vida.