Una huelga contra el control antidopaje
La localidad de Colmenar Viejo está muy vinculada al ciclismo. El carril-bici de Colmenar se inunda a diario de ciclistas y, ya en el pueblo, encontramos el
Polideportivo Martín Colmenarejo, en honor de su excorredor profesional más glorioso.
José Martín Colmenarejo
tuvo dos grandes momentos en la Vuelta. En 1963 acabó segundo, a 3:06 del mítico Jacques
Anquetil. Dos años después ganó en Zaragoza. No volvió a repetir un puesto similar, aunque logró victorias en Cataluña, Suiza, Levante, Colombia y Portugal. Murió en 1995, con 59 años. Otro paisano, Ángel López
del Álamo, alias Tabique, también triunfó en una etapa de la Vuelta 1979, en Peña Cabarga.
Aquel 1979 fue el único año que Colmenar Viejo formó parte del recorrido, con enorme polémica. Los ciclistas organizaron una huelga en el sector matinal, que partía de Ávila y subía Navacerrada y La Morcuera. Los extranjeros aceptaron el plante con gusto, especialmente el líder, Joop Zoetemelk, que evitaba la última oportunidad de recibir ataques. El pacto fue ceder la victoria al Moliner-Vereco, que dirigía Javier Mínguez, al ser el único equipo que no había ganado. Miguel María Lasa protagonizó la fuga consentida, que el Kas mantuvo bajo control.
Luis Puig, presidente de la Federación y organizador de la Vuelta, acabó furioso. Su explicación fue que “cuatro veteranos” promovieron una huelga para protestar contra el control antidopaje, que acababa de cazar a un segundo ciclista, Manuel
Esparza, que ocupaba la cuarta plaza. La acción fue exclusiva de los ciclistas. Paco Galdós, segundo clasificado, no se sintió perjudicado: “También podría haber sufrido yo una pájara”.