Marc Gasol, tras la huella de Lamar Odom
El ex de los Lakers ganó el Mundial y la NBA en 2010
Peligro El pívot de Toronto Raptors anotó 29 puntos tras el descanso
Después de un campeonato irregular y nada descollante a nivel anotador, Marc Gasol sólo le había hecho cuatro puntos a Australia en la primera parte. Corto en los tiros de tres, Scariolo le exigió que insistiese. Era necesario que Marc rompiese a anotar para que Bogut y los gigantes australianos sintiesen su amenaza, se abriesen, y por ahí penetrasen Llull y Ricky o se generasen espacios como en ese espectacular mate de Claver.
Tras el descanso, Marc siguió haciendo lo que tenía que hacer, pero se convirtió en una máquina de anotar. Su sociedad con Ricky resultó fantástica. Además, tuvo un pulso tremendo desde el tiro libre. Su 8/8 habla de unos fantásticos niveles de concentración y su arrolladora mentalidad ganadora. No sólo metió dos que adelantaron a España
antes de la primera prórroga. Hizo algo más difícil. Meter los dos en una situación extrema: 78-80 y cuatro segundos.
El histórico partido de Marc viene con premio extra. Si España gana el Mundial, el jugador de los Raptors se convertirá en el segundo en la historia capaz de conquistar un anillo NBA (final ganada a los Warriors) y un Campeonato del Mundo en el mismo año. El único que lo ha conseguido es Lamar Odom, compañero de Pau Gasol en los Lakers que le ganaron una tremenda final a los Celtics en 2010. Odom fue luego campeón del mundo en Turquía con la EE UU de Kevin Durant.
Si se quiere ampliar la lista a los jugadores que han ganado en un mismo año el anillo y los Juegos, aparecen las leyendas de los Bulls. Jordan y Pippen ganaron la NBA (final ante los Blazers) y el oro en 1992 y
Scottie repitió en Atlanta 96. LeBron ganó los Juegos en Londres y el anillo con Miami.E Irving se subió a lo más alto en Río después de haber hecho una final memorable contra los Warriors.
“No voy a perder ni un segundo en pensar en eso. Lo único que me importa es recuperarme y preparar bien esa final”, reflexionó Marc. Metió 33 puntos, pero hubo otras dos imágenes que dicen todo de él. La primera, exhausto en el centro del campo tras un tiempo muerto, mientras el resto escuchaba a los entrenadores. La segunda, cuando vivió desde el banquillo la última jugada de Dellavedova y, al ver el balón golpear con el aro, hizo el gesto de “sigan jugando”. A esas alturas él no sentía cansancio. Ya sólo volaba.