Bahamontes y Jiménez, homenajeados en la etapa
La Vuelta también reconoció a Alfredo Relaño
Julio Jiménez y Federico Martín Bahamontes, dos leyendas del ciclismo con un amplio historial de rivalidades, unidos por una etapa de la Vuelta. Esa fue la idea de la organización cuando programó, para la semana decisiva de la carrera, una jornada entre Ávila, la tierra del relojero Jiménez, y Toledo, donde su Águila Bahamontes se encuentra inmortalizada con una escultura que, ayer, fue casi tan fotografiada como los propios corredores. Y ambos, dejando de lado unas riñas que ya forman parte de la historia de este deporte, se encontraron en la meta. Javier Guillén, director de la carrera, quería que se inmortalizara
esa unión con un apretón de manos en el podio de Toledo. Tuvo que insistir… pero lo logró. Y como todo momento que merece ser contado, un periodista fue testigo. Alfredo Relaño, presidente de honor de AS, aplaudió junto a Guillén el saludo.
La Vuelta también quiso que quien ha dirigido este medio durante 23 años fuera reconocido. Sin él saberlo, atraído por el homenaje a dos figuras que han marcado su pasión por el ciclismo, fue obsequiado con una placa de agradecimiento. Y el Burgos-BH, equipo modesto al que Relaño tiene un cariño especial (“es como el Rayito de la bicicleta”), quiso regalarle un maillot. Con todos los ciclistas del equipo presentes, Ángel Madrazo, el ganador en Javalambre y al que Relaño reconoció su enorme éxito, se lo entregó en un día en el que la Vuelta tuvo un gesto cariñoso con aquellos que han sido claves en su evolución. Tanto protagonizando gestas, como contándolas.