El Rayo Vallecano se hace fuerte lejos de su estadio
Los rayistas sólo han perdido una vez fuera de Vallecas
El Rayo se reencontró con la victoria fuera de casa en Almendralejo. Y lo hizo gracias a un buen acierto goleador y al hecho de encontrarse con dos de sus tres goles en el arranque de cada una de las partes. El primero de ellos sacó del partido a los locales.
De inicio, el Rayo se encontró con la salida habitual de los de Manuel, mucha presión arriba y dificultando a los de Jémez cualquier intento de jugada. Una situación que se rompió pronto, Bebé se montó una contra en solitario en el 10’ y se plantó ante Casto, cediendo el balón a Álvaro García que cruzó y no perdonó. Con los extremeños por detrás en el marcador se intuía una mayor comodidad para el Rayo, pero no fue una primera parte sencilla para los visitantes. El Extremadura no se achantó y siguió haciendo su fútbol. Dimitrievski tuvo dos intervenciones claves ante Rocha y Sergio Gil. Los de Jémez lo intentaron en jugadas aisladas que terminaron en nada.
En la reanudación, Bebé se encargó de eliminar cualquier intento del Extremadura de repetir lo visto hasta el momento. Corría sólo el minuto 49 cuando marcó y puso tierra de por medio. El Rayo había encontrado la tranquilidad que buscaba y el Extremadura se volvió a encontrar con el VAR. Willy anotó en el 69’ pero el VAR vio las manos previas de Borja Granero y lo anuló. Y por si eso era poco, tres minutos después se pedía penalti por agarrón a Fran Cruz y desde la sala VOR se decidió que la misma no era punible. Entre broncas y el carrusel de cambios el partido se encaminaba al final sin que los de Jémez vieran peligrar su victoria y sin que el Extremadura encontrase ya la frescura que necesitaba. El delantero rayista Ulloa, de penalti en el descuento, puso la guinda al partido y a la victoria visitante.