El Alavés sale del infierno para que entre el Celta
Magallán y Lucas Pérez, brillante, fueron los goleadores
EI Alavés se acostó el sábado en puestos de descenso tras la victoria del Mallorca ante el Real Madrid, pero no le tembló el pulso ante un Celta dominador del esférico pero muy plano en general. Salió el Glorioso de la zona crítica y metió de lleno a los olívicos.
Los goles llegaron en el segundo tiempo gracias, sobre todo, a un Lucas inspirado. Botó el córner que acabó rematando Magallán en el 1-0 e hizo el 2-0 con un zambombazo tras recuperación y buen servicio de Aleix Vidal, que fue de menos a más. El error que cometió fue ir a celebrar el tanto a la esquina de los aficionados celestes. En su ciudad será un héroe pero en Vigo le van a nombrar persona non grata. Mientras, Aspas se tenía que descolgar desde arriba porque no le llegaban balones.
La primera parte fue de locos. Se tomaron todas las decisiones importantes gracias al VAR. En el minuto 11, González González dio gol de Mina y le tuvieron que corregir. En el 35, decretó un penalti por mano de Rafinha y las cámaras le hicieron cambiar de opinión porque el balón le pegó en el pecho y luego en la cara. Incomprensiblemente, sólo dio tres minutos de prolongación tras las consultas, un cambio de Costas por el lesionado Mallo y un tiempo de recuperación para Aspas tras una tarascada.
Oportunidades hubo para los dos equipos en la primera entrega. La entrada de Pons reforzó la medular y se recuperó el trivote en el Glorioso. Llegaron los goles y el Celta demostró que tiene mucha calidad del centro del campo para arriba pero le falta morder y ya está en puestos de descenso.