Raúl García quiere quitarse la espina de la temporada pasada
El líder del Athletic cometió un error en el 3-2 de un cojo Godín
Raúl García suscitó ayer los elogios de Simeone. En Bilbao y en el vestuario del Athletic es el absoluto líder, el motor de un bloque que necesita como el comer su instinto de depredador. En su quinta temporada, el medio centro navarro ya ha sido capitán de los leones. En Leganés saltó al terreno de juego con el brazalete y posteriormente ha vuelto a portarlo. Con sus 52 goles en 178 partidos, ya está en la trigésima novena posición en la historia del club, a dos de Garate y tres de Muniain. Si todo transcurre con normalidad, este curso pasará de los 200 y se situará entre los 100 leones con más partidos. Algo le une con Williams: son dos de los pocos goleadores en la historia del Athletic que han anotado más fuera que en casa (con un mínimo 25 dianas).
Pero a Raúl aún le hierve en la cabeza el partido del año pasado. Una dudosa falta de Unai Núñez a Godín permitió un libre directo frontal en el descuento. Thomas lanzó un envío templado y Saúl ganó la espalda a Raúl, que encima se quedó parado y rompió el fuera de juego en el remate ganador de un Godín cojo por estar lesionado. A un tipo tan ganador como él le quedó una espina clavada que intentará sacarse hoy.
A veces ese carácter tan intenso le juega malas pasadas. Pero sabe hasta qué punto puede protestar y no le importa que el videoarbitraje haga de chivato con gente tan impetuosa como él: “Hablo mucho con los árbitros, con respeto. No me han expulsado nunca, será por algo, el VAR hace su trabajo y es positivo”.
Siempre tiene palabras de elogio al Atleti: “Por los cambios, le cuesta arrancar, aunque entre comillas si ves cómo están. Veo sus partidos porque tengo amigos”.