El Málaga coge alas y detiene el efecto Rozada
El equipo de Víctor durmió fuera del descenso
El Málaga por fin ganó en La Rosaleda. No lo hacía desde el 8 de junio. Más de cuatro meses de pesares para una afición que bastante tiene con soportar a su espantoso presidente. Los goles de Antoñín y Adrián (este de penalti) fueron demasiada losa para un Oviedo espeso cuyo gol de Ibra llegó tarde. Los de Víctor duermen fuera de descenso. El Oviedo frena el efecto Rozada y termina con cinco jornadas sin perder.
Fue un partido intenso y bravo. Pero no tan brusco como para dejar un parte de guerra con nueve amonestaciones y dos expulsados. Rojas para Víctor, el técnico local, y para Lolo en las postrimerías de la batalla y en plena guerra de nervios.
Tras un primer tiempo de clara iniciativa del Málaga y un Oviedo que se defendía como podía en espera del clásico acierto de Alfredo Ortuño se rompió parcialmente la baraja. A los 54’ Antoñín, un chaval de 19 años y con una pinta de futuro gran jugador, se fue con maestría de Carlos Hernández lejos de Champagne. 1-0. Seis minutos después el VAR chequeó una falta de Nieto sobre Antoñín dentro del área. Penalti decretado. Adrián lo transformó en el 2-0. El Málaga cogía carrerilla y el Oviedo, en depresión.
Pero cuando todo parecía resuelto, un error de Munir fue aprovechado por Ibra para poner el 2-1. Nervios. Víctor, expulsado. El Málaga frenó como pudo el arreón de un Oviedo que tardó en espabilar y no lo hizo bien. Respiro tremendo para los costasoleños. Y frenazo para un Oviedo que en verdad, no estuvo nada bien. Y la afición local respiró con la segunda victoria consecutiva de los suyos, que durmieron fuera del descenso. El Oviedo, por su parte estanca su formidable escalada y vuelve a ser prudente. No queda otra.