Un ochomil cada 13 días
El nepalí Nirmal Purja asciende los 14 ochomiles en 189 días ● Le rodea la polémica: utiliza oxígeno y helicópteros entre montañas
El mundo gira deprisa. Y las barreras caen dejando heridos a los puristas. En el llano Prater de Viena, Eliud Kipchoge bajó de las dos horas en la maratón calzando unas zapatillas que aumentan un 4% su velocidad. En el inhóspito Himalaya, Nirmal Purja hizo cumbre ayer en el Shisha Pangma (8.027 metros) y cerró su Project possible 7/14 (escalar las 14 cumbres más altas del planeta en siete meses) en exactamente 189 días. A una media de un ochomil cada 13. En seis meses y seis días. Un polémico esprint en las montañas.
El nepalí, de 36 años y que sirvió en las fuerzas especiales del Ejército Británico, también ha destrozado un récord rodeado por la controversia. No esconde que utiliza oxígeno, que se apoya en un gran equipo de sherpas, que usa cuerdas fijas y vías convencionales e, incluso, que realiza traslados en helicópteros entre campos bases. De otro modo, por ejemplo, no hubiera sido posible subir al Everest y al Lhotse en 10h 15. Fue entonces cuando realizó la foto del atasco en la cima del mundo que se viralizó. En su web, con este, exhibirá cuatro récords Guinness. Algo reñido con la esencia del alpinismo.
Purja ha destrozado una marca que tenía el surcoreano Kim Chang-Ho, que en 2013 culminó la proeza sin oxígeno en 7 años, 10 meses y 6 días. Antes, a finales de los ochenta, el polaco Jerzy Kukuczka invirtió 7 años, 11 meses y 14 días, con bombonas en el Everest pero trazando nuevas rutas y con cuatro ascensiones invernales. El exsoldado gurkha arrancó su loco reto, entre el escepticismo, el 23 de abril de este año en el temido Annapurna. Tras liquidar en cuatro días el Cho Oyu y el Manaslu en septiembre, sólo le quedaba el Shisha Pangma, el único ochomil situado íntegramente en China y que estaba cerrado por las autoridades. Logró un permiso especial y allá que se fue. Sin otras expediciones alrededor en las que apoyarse. Con la montaña cargada de nieve en el postmonzón y en unas condiciones “horrendas” de vientos cercanos a los 90 km/h, conquistó la cumbre. Un final épico que da más valor a la última cumbre. Ahí queda la gesta. También el debate.
Pero Purja no engaña a nadie. “Una empresa así sería imposible en tan poco espacio de tiempo sin oxígeno. Debía poder bajar de una montaña para hacer otra”, contó a Explorersweb.com, donde anunció que se plantea atacar el K2 en invierno y sin bombonas. “El único desafío gigante que queda”.
Récord Lo tenía Kim Chang-Ho, sin oxígeno, en 7 años, 10 meses y 6 días