Maradona o Messi, esa no es la cuestión

Maradona cumplió ayer 59 años. Para los de su generación el Barrilete Cósmico siempre será el mejor. Como lo es Messi para los de la suya. La cuestión no es si Leo es mejor que Diego. La cuestión es por qué son precisamente ellos dos. Por qué otros jugadores fabulosos, como Cristiano o Mbappé, no entran en este concurso para elegir al rey del fútbol del imaginario colectivo. Puede ser, o eso me parece a mí, porque lo que le hemos visto hacer a Maradona o a Messi sólo se lo hemos visto a ellos. El martes, por ejemplo, vimos un caño de Messi a Óscar Plano que sólo se lo hemos visto a él. A La Pulga.

El asunto es que el fútbol de hoy en día está huérfano de talento. Se ven jugadores soberbios, pero casi todos de escuela. El Ajax no para de sacar grandísimos futbolistas. Pero parece una fábrica de tornillos. Da gusto ver jugar a De Jong. Pero la gente no aguanta la respiración hasta que el balón le llega a Messi. Maradona es potrero. Aprendió a jugar al fútbol en descampados desangelados. Hoy en día si te acercas a ver trabajar a los niños en cualquier escuela de fútbol comprobarás que los ejercicios tácticos se repiten y mecanizan. Verás buenos jugadores. Pero si quieres disfrutar tienes que buscar un solar donde la portería sean dos piedras. Había uno cerca de casa, junto a un quiosco. Ya no hay ni solar ni quiosco. Ya sólo veo potreros en la playa, en verano.