Íñigo Errejón “No nos escandalicemos porque los deportistas den su opinión política”
Con Íñigo Errejón Galván (Madrid, 14-12-1983), líder de ‘Más País’, AS inicia una serie de entrevistas con todos los candidatos a la presidencia del Gobierno, excepto Santiago Abascal (VOX), que reclamó un cuestionario previo para responder por escrito. AS se ha negado por considerarlo injustificado y una alteración a las condiciones en que se han realizado las otras.
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¿Le pareció acertado que se aplazara el Clásico por los disturbios en Cataluña? —No sé si las previsiones de seguridad lo dificultaban o no, si por prevención se podía disputar, pero yo hubiera preferido que se jugara el sábado 26, como aficionado y en términos políticos, porque se hubiera dado una imagen de normalidad y estabilidad necesaria. —¿Cree que si se hubiera jugado en el Bernabéu, como se llegó a plantear, se hubiera adulterado la competición?
—Sí, y se hubiera lanzado un mal mensaje. Alterar el calendario por causas políticas hubiera sido un precedente peligroso. —El Barça-Madrid se ha aplazado al 18 de diciembre. ¿Piensa que entonces habrá más tranquilidad para que se juegue?
—Si los independentistas quieren, se volverán a manifestar ese día. Mover el partido ha puesto el Clásico en el foco del conflicto y no ha ayudado a normalizar. La primera solución es que los políticos se entiendan, hablen de una vez y empecemos a destensar.
—El año pasado, Javier Tebas, presidente de LaLiga, propuso que el Girona-Barcelona se disputara en Miami. Este año insiste y quiere que el Villarreal-Atlético se juegue en Estados Unidos. ¿Su opinión? —Me parece fatal, lo dije en su momento y tuve un enfrentamiento sonado con Tebas. Yo creo que la Liga de fútbol no es un circo y los equipos no son los Globetrotters que van de gira. Hay que proteger y fortalecer el vínculo de los equipos con sus aficiones. Pero es que también estoy en contra de que los estadios se conviertan en centros de turistas... —Explique esto.
—En los estadios ves a gente que está grabando o haciéndose selfies y lo menos que le importa es el juego. Se tiene que proteger al que siente los colores, al socio de siempre, al que da alma al equipo, y que muchas veces no puede pagar tanto por una entrada. Hay infinidad de turistas que van como si fuera una visita más de su agenda turística.
—¿Qué piensa del enfrentamiento entre LaLiga y la Federación, entre Tebas y Rubiales? —No soy fan de Tebas, pero tienen que intentar dar la imagen de entendimiento y no siempre estar a la gresca. Tienen que conciliar intereses, delimitar competencias, porque no se sabe quién se mete en el sembrado de quién. Por encima está el bien del fútbol. —¿Está aumentando la utilización del deporte como escaparate de significaciones políticas, tanto por parte de clubes como de deportistas?
—No nos debería escandalizar que los deportistas den su opinión política. Lo que ocurre es que el tema de Cataluña despierta muchas pasiones encontradas, pero me parece bien, porque los deportistas, referentes para muchos, también son ciudadanos. ¿Por qué puede opinar sobre lo que ocurre en el país un empresario, un actor, un cantante y un deportista no? Es un ciudadano más, tiene sus ideas y el derecho a expresarlas.
—¿Entiende que haya aficionados del Barcelona que no comprendan que el club se signifique políticamente?
—Lo entiendo, pero una cosa es de qué equipo eres y otra tus ideas políticas, no deberíamos mezclar esto.
—¿A favor o en contra de que se exhiban pancartas políticas en estadios?
—Si son constitucionales y desde el respeto, me parece bien. Al final los estadios son un lugar de expresión pública como las calles, y si en estos sitios se tiene el derecho a la libertad de expresión, siempre de forma pacífica, ¿por qué en un estadio no? El fútbol nos coloca en otro plano afectivo, pero no está fuera de la vida. El fútbol ha estado fuera de las dinámicas de la sociedad. Por ejemplo, no hay un solo futbolista en España que haya salido del armario, y yo creo que por estadística...
—¿Está creciendo la violencia y el racismo en el deporte? —Cuando uno ve cómo está la situación en algunos países europeos, en España, no digo que no haya trabajo por hacer, pero no estamos tan mal. Yo no quiero que los estadios sean recintos a los que vayan turistas sin ningún vínculo afectivo y emocional con el club, pero también quiero que a los estadios puedan ir familias, amigos, a ver un partido de fútbol sin estar preocupados por si les puede ocurrir algo. Creo que hemos conocido situaciones peores. En cuanto al racismo, creo que instituciones futbolísticas como la UEFA o la FIFA se lo han tomado en serio y están acometiendo medidas para erradicar esta lacra, pero no deberíamos hacer responsable al fútbol de situaciones que ocurren en la sociedad. —¿Cuáles serían sus primeras medidas en materia deportiva si llegara al Gobierno?
—Hay que poner en marcha algún tipo de tratado nacional para fomentar el deporte base. Hay que apoyar el deporte de élite, pero el deportista de élite sale de algún lado. Otro: tenemos un problema muy grave, que está asociado al deporte, que son las casas de apuestas y los negocios de apuestas online. El deporte es maravilloso y no puede ser que haya un negocio que se esté aprovechando de él, que deje poca riqueza en España, que pague pocos impuestos y en muchos casos cotice fuera; está devastando a muchas familias trabajadoras. Y en tercer lugar, en España está habiendo una ola feminista y el deporte no puede permanecer al margen. Deberíamos intentar regular que las dietas y los premios financiados con fondos públicos sean igual para deportistas masculinos y femeninas. Las entidades federativas tienen que cumplir la misma paridad que se cumple en otros ámbitos y hay que acabar con la brecha salarial, además de facilitar la conciliación familiar, porque cada vez hay más mujeres que se dedican al deporte y quieren tener familia, y ello no puede penalizar su trayectoria deportiva. Y todo esto depende de reformar la Ley del Deporte. —¿Ha leído el anteproyecto del Gobierno socialista? —No, pero lo haré.
—El fútbol femenino va a la huelga el 16 y el 17 de noviembre.
—Y con toda la razón. He visto lo que piden y es un escándalo la brecha que hay entre jugadoras y jugadores, ya no digo de primer nivel. Qué menos que puedan vivir del deporte que practican, de su profesión. —Usted, como madridista confeso, ¿cree que el Madrid club ha llegado tarde? —Tarde y de forma rara, comprando un club, no creándolo con su nombre... —¿Es partidario de crear un Ministerio de Deportes? —Sí, porque el deporte tiene asuntos con la suficiente enjundia como para tratarlos de forma autónoma.
El deporte también hay que verlo como inversión en la marca de país, porque genera visibilidad en el mundo, atrae inversión, turismo... La inversión en deporte debería ser una prioridad nacional, pero no sólo porque el deporte nos divierte, sino porque cumple una función de estructuración social, de igualdad de oportunidades y de atracción de riqueza... —¿Qué perfil debería tener ese ministro de Deportes? —Tiene que conocer muy bien el mundo del deporte y ser un buen interlocutor, pero por otra parte tiene que ser un buen ministro o una buena ministra y conocer cómo funcionan las administraciones públicas y saber aunar voluntades para llegar a acuerdos para un proyecto común.
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—El deporte federado recibe ahora 54 millones de euros de subvenciones directas del CSD. En el anteproyecto socialista se avanza una subida hasta los 74. ¿Le parece suficiente?
—Tendría que verlo desglosado y tiene que cuadrar dentro de unas cuentas presupuestarias, pero parece razonable la subida, teniendo en cuenta lo que hablamos antes de que la inversión en deporte es inversión en país.
—¿VAR, sí o no?
—Yo estuve en contra cuando se introdujo el pasado año, cuando empezó en el Mundial, pero he de reconocer que me estoy acostumbrando. Hay que afinar cosas, me gustaría que se redujese el tiempo de espera, no sólo por la taquicardia, sino sobre todo porque congela el ritmo de juego, pero es algo que ha venido para quedarse.
—¿Debería España acometer otro proyecto de candidatura de Juegos Olímpicos, a pesar de las últimas decepciones?
—No estoy seguro, pero si se acomete, hay que asegurarse que sea para ganar.
—¿Qué le parece la propuesta de Pedro Sánchez y la Federación de organizar un Mundial de fútbol con Portugal?
—Me gusta la idea y hay que intentar que salga adelante, con el consenso de todos.
—La FEF, que preside Luis Rubiales, quiere que la nueva Supercopa se dispute fuera y uno de los países candidatos a albergarla es Arabia Saudí.
—Si estoy en contra de que se lleven partidos fuera, imagínese en un país que recorta derechos y libertades. No todo puede ser el dinero que va a recibir la Federación.
—Y el próximo Mundial será en Qatar...
—Encima está el gravamen de la cantidad de denuncias de Amnistía Internacional por los obreros fallecidos en las obras faraónicas de los estadios. Se va a celebrar en unas fechas de plenas competiciones nacionales, porque allí en verano es imposible, pero ya se sabe que el petrodólar es muy poderoso.
—Cada vez se conocen más casos de futbolistas mediáticos que defraudan a Hacienda.
—No entiendo que futbolistas multimillonarios se busquen un problema con Hacienda y con el país en el que trabajan por no entender que deben pagar impuestos como el resto. Los futbolistas, los deportistas, son referentes y modelos de conducta, y si los que vamos a verlos a los estadios o a las canchas pagamos impuestos, ellos con más motivo porque ganan más. Y digo más, los clubes deben tener una postura muy firme en esto: entre ser leales a España y ser leales a sus deportistas, lo primero, sin duda.
—Se ha suscitado polémica por la posibilidad de que Sergio Ramos juegue con la Selección olímpica y que sea el abanderado de España en Tokio. ¿Usted qué opina?
—A la Selección tienen que ir futbolistas que estén empezando a despuntar y el abanderado de España en los Juegos debe ser alguien de consenso, y si ya hay polémica...