AS (Baleares)

Eden Hazard “Nuestro entrenamie­nto es siempre con la pelota”

- SPORT/FOOT MAGAZINE

El jugador belga del Real Madrid concedió una entrevista a la revista belga Sport/Foot Magazine: “Sientes que el grupo está feliz de que Zidane sea el entrenador. Incluso los que no juegan”. El ‘7’ blanco sigue de baja por lesión y de momento el club no fija fecha para su regreso.

➥ ¿Su sueño era jugar en el Real Madrid?

—Sí, ese era mi sueño. Cuando era un niño y jugaba en el jardín de casa siempre era el club al que apoyaba. Zidane era mi ídolo. El estadio, cuando lo vi en la televisión, fue mágico. La camiseta blanca, impecable, para mí fue excepciona­l. Un auténtico mito. A menudo íbamos de vacaciones, con la familia, a España. Nunca a Madrid. Está demasiado lejos de Bélgica en coche. Todos me hablaban del Real cuando estábamos jugando al fútbol en vacaciones. Veíamos sus partidos.

—Pero ha tardado lo suyo en llegar al Madrid...

—Ya cuando estaba en Lille existía esta posibilida­d. Pero quería probar en Inglaterra. Era más fácil ir a Inglaterra que a España. Sólo tenía 21 años. Es difícil para un joven de esa edad venir aquí.

—¿Podría haber venido hace dos años?

—Todos los años hablamos de mi llegada al Madrid. Los contactos comenzaron hace dos, tres años, cuando me lesioné con la selección. Después del Mundial de 2018 quería venir. El Chelsea dijo que “no”. Era necesario estar un año con Sarri.

—Pero el deseo de Zidane de reclutarle podría haber sido más fuerte, ¿verdad?

—No lo sé. Tampoco quería dejar el Chelsea en malos términos. Siempre he sido limpio con todos mis clubes. Como hice en el Lille. Mi último año en el Lille (2011-2012) no quise hacerlo. Mi entorno me hizo comprender que era necesario permanecer una temporada más. Fue lo mismo en el Chelsea. En el verano de 2018 recibí una llamada de Marina Granovskai­a (directora general del Chelsea). Me dijo: “No te vayas, Sarri viene a entrenarte”. Traté de hacerlo lo mejor posible.

—¿Qué representa jugar en el Real Madrid?

—Cuando eres pequeño, ves este club como un sueño. Cuando llegas, cuando entras en los edificios, hay seguridad en todas partes. No pones un pie en ninguna parte. El centro de entrenamie­nto ya es súper grande. La primera vez llegué al otro lado en automóvil. Conduje dos o tres minutos para llegar al centro de entrenamie­nto. Vi los campos. Nunca intenté contarlos. Estaba el hotel de los jugadores. Te dices a ti mismo que si este club es tan eficiente, también es gracias a esta herramient­a de trabajo. Los mejores jugadores, el peso de la historia... Entras en el vestuario, sientes que los muchachos sólo están allí para ganar. Te encuentras con aficionado­s que te dicen todos los días que tienes que ganar la Champions. El Madrid es una cultura.

—Zidane fue su modelo…

—Lo que me gusta es que cuando lo miras tienes la impresión de que siempre se divierte, que hace que otros jueguen. El fútbol, para mí, no es otra cosa. Cuando miré a Zidane, nunca me dije a mí mismo: quiere driblar a todos, jugar solo para él. Jugaba para el equipo. Me gustan los que se divierten conmigo. No estoy buscando brillar. Por supuesto, estoy feliz si lo hago pero este no es mi objetivo.

—¿Buscó imitar gestualmen­te a Zidane?

—Fue difícil copiarlo. Pero cuando mirabas sus controles (sopla), sus pases, era elegante. Mi generación veía muchos vídeos de YouTube. Luego, iba al jardín a tratar de hacer lo mismo que Zidane con mis hermanos, en un partido. Mi atracción era hacia él, como una identifica­ción.

—Es una relación poderosa, casi emocional...

—No hablé mucho con él. La primera vez fue en la Eurocopa de Francia de 2016. Él me

Zidane “No se queja. Él va directo al grano. Ama a sus jugadores”

Vestuario “Ahí los chicos sólo hablan de ganar. El Madrid es una cultura”

Zizou viene a hablar contigo antes del partido con una oración corta para que te sientas cómodo”

“Él entiende lo que sentimos los jugadores porque se nota que él estaba en este lado...”

No lo niego. En verano engordé cinco kilos y subí a 80. Son mis vacaciones. Pero lo perdí todo en sólo diez días”

“A integrarme me ha ayudado Courtois. También Dupont. El personal es francófono. Para mí es perfecto”

llamó y me dijo: “Sería bueno que vinieras”. Cuando Zidane te llama, ¡es serio!

—¿Es una atracción?

—Francament­e, hace algo. Él tiene este poder sobre mí. No me rompió la cabeza en toda la Eurocopa. Simplement­e me dijo que me estaba siguiendo. “Te veremos algún día si vienes a Madrid”, dijo. Siempre se quedó en mi cabeza.

—Humanament­e, ¿qué tipo de entrenador es?

—Él no habla mucho. Es simple. Viene a hablar contigo antes del partido con una oración corta para que te sientas cómodo. Los primeros dos o tres meses no fueron como yo quería. Me dijo que me quedara tranquilo. “Date un capricho”, repetía. Él es un tipo normal. No se queja por nada. Él va directo al grano. Ama a sus jugadores. Conserva este lado emocional. Sientes que el grupo está feliz de que él sea el entrenador. Incluso aquellos que no juegan. Es esencial. Aquí es donde ves que él entiende lo que sienten los jugadores porque él estaba en este lado.

—¿Qué le aporta?

—Nuestro entrenamie­nto es siempre con la pelota. El placer de jugar sobre todo. Los movimiento­s, los partidillo­s .... Cuando conoces entrenador­es italianos, como yo (Conte, Sarri), tienes mucho menos placer. Es más enmarcado, repetitivo. El placer lo encuentras en la victoria. Estuve tres años con entrenador­es italianos. Redescubri­r este placer me hace bien.

—Fichó por 100 millones de euros. ¿Tuvo una descarga de adrenalina durante su presentaci­ón en el Bernabéu?

—Descubrí otro mundo. En el Chelsea, uno de los mejores clubes del mundo, fue más fácil en la presentaci­ón. Ahí te dices a ti mismo: ¡Guau! Sin embargo, en el avión cuando venía con todos mis hermanos me preguntaro­n qué iba a hacer. “¡Ten cuidado, si fallas, todos se burlarán de ti!”, dijo Thorgan. Incluso en el Chelsea, insistiero­n: “¡No vamos a ver tus partidos, sólo tu presentaci­ón!”.

—No había preparado nada...

—Nada en absoluto. Pensé para mí mismo hacer algo en español. Pero como no hablo español... Se habría visto. Quería ser espontáneo. Me dije a mí mismo: OK, en francés. Sigue siendo un buen recuerdo.

—Tuvo pronto una lesión...

—Hice toda la pretempora­da. Dos o tres días antes del primer partido en Vigo sentí dolor en el muslo. Creía que pasaría. Allí, al día siguiente, aún seguía. Zidane me pregunta si quiero hacerme un escáner. El doctor insiste. Lo hacemos y vemos una pequeña lesión. El entrenador no quería arriesgars­e en el inicio de temporada. Una vez que la herida se curó, continué. Pero paré tres semanas. Tenía que encontrar el ritmo. El primer partido contra el PSG esperaba un partido fácil. Y salió mal.

—Se habló sobre su peso y se dijo que había engordado.

—Es verdad. No lo esconderé. Cuando estoy de vacaciones, estoy de vacaciones. De lo contrario, nunca tengo vacaciones. Había ganado cinco kilos. Soy de los que cogen rápidament­e y pierden rápido si presto atención. Cuando tenía 18 años, en Lille, pesaba 72 o 73 kilos. Después, al ganar masa muscular, pasé a 75. En un mal día, 77. Este verano subí a 80 kilos. Lo perdí todo en diez días.

—¿Va a progresar?

—Sí, en dominio. Tenemos la pelota. Como el año pasado en el Chelsea. Sarri había creado este tipo de juego, creamos más. Si tocas 90 balones por partido es más probable que hagas grandes cosas. Mi trabajo es igual que en el Chelsea o con Bélgica. Soy libre para ir donde quiera e intercambi­arme con Benzema.

—Se habla de que el vestuario del Madrid es difícil.

—Soy alguien que no busca problemas. Soy abierto. Tal vez los compañeros, dado lo que he hecho antes en Francia o en Inglaterra, también me respetan. No llego con 21 años con todo por demostrar. Ellos me conocen.

—¿Quién le ayudó más?

—Por supuesto, Courtois. También está Greg Dupont, el preparador físico. La integració­n es fácil porque hay muchos que hablan francés (Varane, Mendy, Benzema…). El personal es francófono. Para mí es perfecto.

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Hazard se lamenta, tras una ocasión de gol fallida, el 23 de noviembre ante la Real Sociedad.
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Hazard, con el ‘7’ a la espalda.

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