AS (Baleares)

Ognjenovic “Yo no era tan malo”

- SERGIO GÓMEZ

En 1999, el Madrid fichó a Perica Ognjenovic (Smederevsk­a Palanka, 43 años). Apodado ‘El Átomo’ por su rapidez y estatura (1,71 metros), era la joya del Estrella Roja, pero quedó en un fogonazo: jugó 12 partidos en dos años...

Perica Ognjenovic (43 años) pasó de fichaje ilusionant­e a ser señalado como una de las peores contrataci­ones de la historia del Madrid. El serbio, que en 2011 comenzó su carrera de técnico, atiende a AS para hablar de su etapa blanca y, de paso, defenderse...

—¿Dónde está El Átomo? —Ahora estoy en Belgrado por todo lo del coronaviru­s. Pero hace dos meses fiché como entrenador del Zvijezda 09 de Bosnia. Comencé de técnico con el equipo Sub-19 del Estrella Roja y seguí en la Sub-17 de Serbia. —¿Quién le puso ese apodo? —Fue en España, cuando fiché por el Madrid. No sé exactament­e quién. Supongo que fue por mi estilo de juego y mi físico. Yo era un extremo derecho bajito, rápido, hacía esprints… —¿Cómo empezó a jugar al fútbol?

—Mi padre era futbolista. Era un ‘10’. Yo jugaba en la calle y después en el Mladost-Gosa de mi ciudad. Ahí me selecciona­ron para las inferiores de Yugoslavia: la selección de la Liga, la Sub16… Me vio un ojeador del Estrella Roja y me fichó. —¿Cuándo?

—Tres años después de que ganaran la Copa de Europa (1991). Se fijó en mí el técnico, Petrovic. Yo tenía 16 años... —Hábleme del Estrella Roja... —Miraba y veía a Darko Kovacevic, Petkovic, Dejan Stankovic, Djorovic… Un equipazo. —¿Quién era el ‘capo’? —Todos eran grandes. Yo sólo entrenaba y entrenaba. —¿Cómo eran aquellos entrenamie­ntos? —Durísimos. El estilo de Petrovic era muy fuerte, muy físico. A veces entrenábam­os dos veces al día. Sobreviví...

—Tuvo un buen inicio y luego vino un bajón. ¿Se distrajo? —Eso leí que dijeron. Son rumores. Siempre fui muy profesiona­l. Nunca tuve problemas con mi vida ni de actitud. Pero llegó Kosanovic al banquillo y fue el punto de inflexión. Era más ‘español’. Entrenaba mucho con el balón. Con él comencé a ir con la República Federal de Yugoslavia hasta estar en el Mundial del 98 en Francia. Aquel verano el Madrid ya intentó ficharme. —¿Y por qué no se cerró entonces y fichó en invierno? —Tuve los primeros contactos dos años antes. El Madrid negoció en serio con el Estrella Roja tras el Mundial, pero no hubo acuerdo económico. Todo se cerró seis meses después. —Por un dineral de entonces, 400 millones de pesetas… —Llegué en los últimos días de mercado, me fui al estadio con el presidente Sanz y conocí a la gente del Madrid. Tenía 21 años. Fue impresiona­nte.

—El Madrid ganó la Séptima meses antes, pero usted llegó a un equipo desnortado. ¿Qué vestuario se encontró? —Sanchís, Hierro, Redondo, Raúl, Mijatovic… No se sentía que había un único jefe. Fui bien recibido. Mijatovic me ayudó en la adaptación.

—¿El idioma fue un obstáculo?

—No, lo fue una lesión de espalda entrenando. El idioma lo aprendí rápido, en siete u ocho meses. Para mí eso fue muy bueno. Estaba todo bien excepto esa lesión al poco de llegar. —Tras dos meses en Madrid se produce el bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia…

—Me afectó. Los primeros días de bombardeos intenté traer a mi hermano a Madrid, pero era complicado sacar a alguien del país. Piensas en tus padres... Me afectó, claro. Y los cambios. Cuando llegué el técnico era Hiddink. Y luego llega Toshack… —¿Qué ocurrió? —Con él no tenía una relación… Llegaron los extranjero­s que quiso. Lo respeté. Sabe cómo es Toshack. Un poco cerrado. No era malo conmigo, pero no me dio oportunida­des. Luego vino Del Bosque y cambió todo.

—¿Por qué?

—Con él el trato era bueno y me dio más minutos. Hasta que llegó otra lesión. Ok, no era titular siempre, pero jugaba 45 minutos, 30 minutos, incluso a veces fui titular aquel año de la Octava. Jugué poco pero lo que jugué, ayudé. Luego vino el cambio de presidente…

—Y Figo...

—Claro. Figo jugaba en mi puesto, no había sitio para mí. Valdano habló conmigo, pero nadie tenía que decirme nada.

—Se marchó por la puerta de atrás, denunciand­o al club. —Hubo líos de contrato. Pero acabó todo bien, aunque no me despedí como hubiera querido. Me fui al Kaiserslau­tern. —¿Le duele verse en las listas de los peores jugadores de la historia del Real Madrid? —Pueden mirar estadístic­as y ponerse a hacer eso. Pero esas listas las hacen personas que no conocen cómo jugaba. —¿Quiere defenderse?

—Tengo una cosa clara: cuando me daban oportunida­des, ayudaba al equipo. No recuerdo malos partidos míos. Ahora, por el tema de la lesión, ¿qué puedes hacer? Esas listas que hacen, con estadístic­as y tal, es de amateurism­o. —¿Amateurism­o?

—Sí, de gente que no es profesiona­l. Primero tienen que mirar algún partido mío para ver cómo jugué. Por ejemplo, con Del Bosque creo que en los primeros tres partidos di cuatro asistencia­s y marqué un gol. Cuando entraba en el partido muchas veces cambiaba la dinámica. Contra el Mallorca entré con 0-1 y ganamos 2-1, ante el Athletic asistí dos veces a Morientes, contra el Zaragoza también di un pase de gol... Yo no era tan malo. El problema es que no jugaba de forma seguida. No recuerdo críticas por mi juego. Me duele cuando veo esas listas. —Usted no tuvo suerte. —Mire, me fui al Kaiserslau­tern y en el primer partido de Copa me lesiono en el talón: tres meses parado. Fui a China, Ucrania... Sí, tuve mala suerte. —¿Conoce a su compatriot­a Jovic? —Sí, pero no le tuve conmigo. Jovic es de otra generación. Es un jugador con mucho talento. —Fichó por 60 millones, sólo lleva dos goles y ahora vuelve a Madrid y se lesiona… —Quiero ser muy simple. Ahora tiene que dar todo lo que pueda. El Madrid es un club que siempre quiere lo máximo y muchas veces puede ser muy cruel con muchos futbolista­s porque si alguien no da algo llega otro. —A usted esa exigencia se lo llevó por delante. ¿Teme que a Jovic le suceda lo mismo? —No le va a pasar como a mí. Empezó casi igual que yo, con lesiones. Pero esta lesión no es tan complicada como la mía. Se curará. Yo le daría un consejo. —¿Cuál?

—Que sólo piense en fútbol, los goles llegarán. Cuando estás en el Madrid siempre habrá críticas. Le deseo mucha suerte. Y que no tenga los mismos problemas que yo...

Críticas “Que me vean como uno de los peores fichajes es de amateur”

Jovic “Tiene que centrarse en el fútbol; el Madrid puede ser cruel”

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Ognjenovic, durante un partido del Real Madrid en el año 1999.
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