Francia estudia un plan para limitar el público en el Tour
París-Niza ya tuvo restricciones
Francia estudia cómo celebrar sus grandes eventos sin que supongan un riesgo sanitario. Una de las grandes preocupaciones es el Tour de Francia, que comienza el 29 de agosto en Niza y finaliza al 20 de septiembre en París, por las difíciles características que tiene el ciclismo y con la inquietud de que la carrera no pierda su carácter festivo.
Tanto la organización como la ministra de Deportes francesa, Rosana Maracineanu, han negado que la intención sea que la prueba se celebre sin público, pero la política reconoce que puede ser necesario cumplir una serie de restricciones, que también se llevarían a cabo en otros grandes eventos deportivos franceses como Roland Garros (20 de septiembre al 4 de octubre), con la ventaja en este caso de que el control de asistencia sería más sencillo en un estadio.
La ministra adelantó un plan ‘intermedio’ entre la puerta cerrada y la asistencia de público habitual, que consistiría en limitar el aforo de la carrera. “Mi mayor deseo es que haya público, porque Roland Garros y el Tour sin público no son imaginables. Pero la realidad de los hechos es que actualmente estamos trabajando en diferentes escenarios, con menos público”, confesó Maracineanu en la emisora RTL.
Cabe recordar que la última prueba de ciclismo que pudo terminar antes del parón fue precisamente la París-Niza, donde ya se vio limitado el aforo de los aficionados en las llegadas a meta. Además, Francia mantiene su prohibición de eventos masivos que reúnan a más de 5.000 personas hasta el 1 de septiembre, por lo que afectará a pruebas del país galo previas al Tour como el Dauphiné (del 12 al 16 de agosto), el tradicional ensayo de la grande francesa. Ya se adelantó que se hará una excepción con la Grand Depart del Tour de Niza el 29 de agosto, aunque ahora parece que eso no significará que no haya restricciones.