“Todo es una incógnita”
Llull advierte que la fase final de Valencia “es un torneo excepcional” y Dubljevic no se siente favorito por jugar en casa
La fase final de la Liga Endesa arranca mañana en Valencia con muchos interrogantes. Los principales son cómo llegan los equipos y a quién favorece este formato.
Todo es una incógnita”, avisa Sergio Llull sobre la fase final de la Liga Endesa, que arranca mañana en Valencia. “Es un torneo excepcional. Tenemos una plantilla amplia y nuestra intención es llegar a los partidos decisivos en forma, pero habrá que ver cómo están el resto de los equipos”, dice el base menorquín. El Real Madrid ha ganado este curso la Supercopa y la Copa del Rey y de añadir la Liga lograría su segundo triplete en este siglo (en 2015 conquistó, aparte de estos tres títulos, también la Euroliga), aunque Llull aclara que sería un triplete con asterisco. “La Euroliga se canceló y la Liga vuelve en unas condiciones excepcionales. No se puede hablar, llegado el caso, ni de año perfecto ni de año en blanco. Han influido muchas cosas”.
Oriol Paulí (Herbalife Gran Canaria) reconoce que, tras casi dos meses encerrados en casa (los jugadores comenzaron a ejercitarse a principios de mayo), físicamente llegan “un poco peor” que antes de la cuarentena, aunque a algunos les ha venido bien este tiempo. Llull estaba lesionado cuando se paró la competición (la última jornada fue el 7 y 8 de marzo) y estas semanas le han servido “para mejorar”. “Me encuentro bien y con ganas de aportar mi granito de arena. Todos los jugadores estamos haciendo un esfuerzo para volver a jugar y que los aficionados disfruten un par de horas al día y olviden esta situación”.
Pero existen más incógnitas aparte de saber cómo llegan los equipos a esta recta final. El formato, con una temporada entera decidida en sólo 33 partidos, puede beneficiar a unos y perjudicar a otros. Pero ¿a quién? Carlos Alocén, base del Casademont Zaragoza, cree que su equipo puede sacar tajada de esta fase final. “Tenemos un poquito de ventaja frente a los grandes al ser a un partido. Es algo que corre a nuestro favor. Aunque tenemos bajas (DJ Seeley y Jason Thompson se han quedado en EE UU y Fran Vázquez ha puesto punto final a su carrera), hemos entrenado bien y podemos hacer una buena fase final”.
Bojan Dubljevic, pívot del Valencia Basket, prefiere quitarse la etiqueta de favorito por jugar en casa. “Da igual que esta final fuera en Valencia o en otro sitio. Conocemos las canastas mejor, pero nosotros jugamos mejor con nuestra afición y no estará... Cualquier equipo puede ganar. No hay favoritos en este torneo. Va a ser muy duro jugar sin público en las gradas. Parecerá más un entrenamiento que un partido de baloncesto”.
Plantillas. Algunos equipos se agarran a un formato copero que favorece las sorpresas, mientras que otros confiarán en plantillas más amplias. “El Madrid y el Barça tienen 15-16 jugadores y podrán rotar más. Eso les puede ayudar”, cree David Jelínek (MoraBanc Andorra). “Con una plantilla más corta, los jugadores tendrán más minutos y físicamente lo notarán a medida que vaya avanzando el torneo”.
Y, por último, también está la incógnita de quién pagará más las bajas que ha dejado el coronavirus. Earl Clark ha sido uno de los americanos que ha decidido romper con la Liga Endesa durante la pandemia. Y con su ausencia, en Burgos Jasiel Rivero está dispuesto a dar un paso al frente ante “una oportunidad de oro”. “Todos los equipos han tenido muchas bajas importantes por esta situación y espero que sepamos aprovechar las ausencias de nuestros rivales”, dice el ala-pívot cubano. En un día vuelve el baloncesto, aunque lo hace con más interrogantes que nunca.
“Este curso, por la pandemia, no se puede hablar de año perfecto o en blanco”, dice Llull
Sin público en las gradas, Dubljevic cree que los partidos parecerán entrenamientos
“Por el formato, el Zaragoza tiene ventaja frente a los grandes”, piensa Alocén