Los pacificadores
En la temporada 201011, la rivalidad Real Madrid-Barça, Barça-Real Madrid estaba alcanzando la máxima expresión y sobrepasando los límites deportivos. Imágenes incalificables. Además, estaban en juego los intereses de la propia Selección. Para abortar definitivamente el asunto. El capitán del Real Madrid descolgó el teléfono y llamó al Xavi amigo y compañero.
“No, yo no salvé nada. Lo llamé porque era mi deber y mi responsabilidad como capitán de la Selección. Vi que era lo que tenía que hacer. Nos estábamos equivocando tres pueblos. Represento a un país y defiendo una idea. Hablamos para reconducir lo que estaba pasando porque la estábamos cagando. Yo no había visto desde que era niño la imagen de un Barça-Madrid como la que estábamos dando y yo estaba allí, era protagonista de un error imperdonable, parte y responsable de lo que estaba pasando. Y como no lo concebía y era protagonista, tomé una decisión. No fue una llamada para pedir perdón, sino todo lo contrario. La llamada era para reprocharnos muchas cosas, aquí Iker Casillas no pide perdón a Xavi. Para nada. En la conversación nos dijimos de todo”
Xavi por su parte confirmó el tono de la conversación: “Me llamó él diciendo que qué pasa. Yo le respondí: ¿Todo bien?. Y él me saltó: ‘No, todo bien, no’. Nos soltamos de todo. Bueno, lo normal, ¿no? Pero al final convenimos en que estábamos dando una imagen malísima. Que trataríamos de calmar los ánimos, hablar con nuestros compañeros y tranquilizarnos. Era una imagen muy floja para el fútbol mundial, nos miran críos de todo el planeta. Se fijan en nosotros, en cada gesto. Yo soy amigo de Iker, estamos en contacto. Nos felicitamos por los títulos. Todos queríamos ganar, pero no vale a cualquier precio. En eso todos fuimos culpables, cuidado, eh. No puedes decir que lo fuera sólo quien azuzara. Ahí estábamos actuando mal todos. Aparte de que después debíamos formar piña en la Selección y en eso se posicionó muy bien Del Bosque para calmar todo”.