Guedes fue Guedes
Golazo y asistencia del portugués ● El VAR anuló otro tanto a Rodrigo ● Osasuna despertó tarde
Guedes hizo un gol para presumir. Su primero en todo el año. El Valencia llevaba cuarenta partidos esperándole, pero en el que hacía 41 el portugués dejó su obra de arte. Un gol con sello propio, parecido al que le hizo al Sevilla hace dos años y con el que encandiló a Mestalla y también a Peter Lim, que meses después pagó 40 millones por él. Guedes, ésta vez, se fue de cuantos rojillos le entraron y quizás de más si otros lo hubieran intentado. Pero nadie le dio caza. Iba lanzado y con el colmillo en su pierna diestra. Guedes cogió el balón a 15 metros del área de Cillessen y lo dejó en la escuadra de la portería de Rubén. Entre medias se fue de Oier, caracoleó a Unai, dribló a Raúl Navas y regateó a David García.
El golazo de Guedes fue lo mejor de un partido que el Valencia tuvo siempre controlado en el marcador, pero en el que los de Celades quisieron vivir de rentas toda la segunda mitad y casi le complica la vida Osasuna. Respira el Valencia, que se reencuentra con la victoria cinco meses después, y resucita para la causa a Guedes, que a su gol sumó también una asistencia. Osasuna, un equipo que fue un desastre en la primera mitad y cuya reacción tras el descanso fue infructuosa, al menos sale de su semama por los Pirineos (Real Sociedad, Atlético y Valencia) a la misma distancia de la que estaba del descenso, que no es poco.
Ello en un partido en el que el VAR volvió a cruzarse en el camino de Rodrigo. Ni dos minutos se llevaban cuando el internacional superó a Rubén. Su desmarque tras pase de Florenzi pilló a la línea de cinco de Arrasate todavía en Pamplona y solo tras revisión del VAR, por fuera de juego de centímetros o menos, evitó que Osasuna viera irse al traste nada más arrancar su planteamiento. Otra vez el VAR y otra vez a Rodrigo. Si el Valencia esperaba alguna condescendencia por mostrar su malestar en forma de lista de perjuicios, el de la escuadra y cartabón del VAR le vino a decir que añadan uno más y llamen a otra puerta.
Pero al Valencia, esta vez, el gol anulado no le sacó de sus casillas. A fin de cuentas el partido estaba recién empezado y Osasuna tenía más pinta de ser el del miércoles contra el Atlético que el de hace una semana contra la Real. Los rojillos, quizás porque con 35 puntos no se sienten amenazados o porque cinco bajas son muchas con su presupuesto, no dieron una a derechas hasta que Arrasate cambió al descanso.
Pero cuando lo hizo (del 5-4-1 a un 4-4-2 con la entrada de Rubén García, Roberto Torres y Enric Gallego), el Valencia, con gol de Rodrigo (sin que el VAR dijera lo contrario), llevaba ya dos goles de ventaja. Tal sensación de margen en el marcador era la quinta vez que sentían los blanquinegros en toda la Liga.
Así, por más que lo intentara Rubén, por cerca que estuvieran Torres y Adrián, Cillessen dejó por fin de nuevo su portería a cero. Casualmente lo hizo en el día que regresaba Paulista y en el que Celades dejó claro que para él Guillamón está hoy por delante de Diakhaby y Mangala. Le toca mover ficha al club, porque en dos semanas acaba contrato el canterano. Otro gallo canta con Ferran, que ha sido suplente en dos de los tres partidos tras el confinamiento. Al menos ayer Guedes fue Guedes.