Un lunes de Champions
El Villarreal, con pleno de puntos tras la vuelta, se juega sus sueños ● El Sevilla, cuarto con cinco más, está crecido y agotado
Si LaLiga contase sólo desde el 11 de junio, en cuanto a puntos y sensaciones, obviando carteles, méritos y achaques anteriores, el Villarreal-Sevilla de hoy sería el partido del verano. Con reventa incluida. Pocos equipos hay más en forma que ellos en la actualidad. El de Calleja ha ganado los tres partidos desde que el fútbol volvió a nuestras vidas, mientras que el de Lopetegui se llevó el derbi, que no es cualquier cosa, empató por accidente en La Nucía y le puso el campeonato en bandeja al Madrid tras neutralizar al Barcelona. El Sevilla es tercero, con cinco puntos de ventaja sobre el Submarino, que en Navidad llegó a sacar la calculadora para planear cómo evitar el descenso y que esta tarde se ve en una final por entrar en la Champions.
El partido no sólo es su última bala para lograr lo que parecía imposible. Calleja también se juega ratificar los puestos europeos y, sobre todo, con tantas dudas a su alrededor, recordar que no es un parche ni una muleta, sino el técnico que debe guiar al Villarreal en el futuro. La importancia de este lunes es vital. Por eso, tras unos partidos obligado a rotar, hoy pondrá su once preferido aprovechando la vuelta de Pau después de su sanción y que Mario, Anguissa, Cazorla y Alcácer han cogido aire. El Sevilla es justo lo que el Villarreal quiere llegar a ser y los Roig entienden este momento como el oportuno para demostrar que ya queda menos.
El cansancio es lo que más teme el Sevilla. Por mucho que Tebas lo pactara con Aganzo, entre el final de su partido ante el Barça y el inicio de este no habrán transcurrido las 72 horas de rigor. Lopetegui deberá refrescar a un equipo desgastado en el que Reguilón, Fernando, Jordán y Ocampos echan humo. Banega, Gudelj y Suso tiene opciones de dar un empujón. La ocasión lo exige. En La Cerámica está en juego sumar un candidato más a la gloria o eliminarlo hasta el año que viene.