“Usted no tiene las llaves del camión; es un simple pasajero”

Alain Griezmann, padre de Antoine, confirma que el problema con el francés se agudiza y que su salida es una opción

Griezmann ya es suplente oficialmente en el Barça. Suplente casi humillado. “Sacarle faltando tan poco es duro para un jugador de su nivel. Mañana (por ayer) hablaré con él. No le voy a pedir disculpas, pero entiendo perfectamente que se pueda sentir mal”, dijo Setién después del partido contra el Atlético de Madrid. La situación de Griezmann en el Barça ha pasado a la tercera pantalla. Del debate sobre su encaje se ha pasado al de la suplencia; y de este, al de su futuro. Es difícil pensar que un jugador de la jerarquía del francés aguante esta situación más. “¿Griezmann? Sin palabras”, interpretó incredulidad Simeone al final del partido, espantado por el escenario en el que se mueve el campeón del mundo, su exjugador. Su familia fue a más. “Para pedir perdón, lo primero que hay que tener es la llave del camión; y este no es su caso. Simplemente, es un pasajero”, dijo su padre Alain en las redes sociales. Luego borró el mensaje calcando la secuencia que había seguido el hermano de Antoine. “De verdad, me voy a poner a llorar...”. Theo también se deshizo también de su post.

El nuevo y difícil rol de Griezmann da cuerpo a una idea que ha rondado por la cabeza de Bartomeu estos meses. Plantear un canje al PSG que incluiría a Griezmann, Dembélé y Umtiti para intentar forzar el regreso de Neymar, con quien se llegó a un principio de arreglo para las condiciones de su regreso el año pasado en el hotel Arts. Es difícil que el emir de Qatar acepte cualquier proposición que tenga que ver con la salida de Neymar, pero empiezan a haber pocas dudas de que este verano, otra vez, Bartomeu hará lo posible por tener la foto del regreso del brasileño, cuyo adiós dejó tocadísimo y sin alegría al club. Posiblemente, triste hasta hoy.

Griezmann fue el comodín de Bartomeu después del desastre de Liverpool. “C’est magnifique”, presentó el club al francés después de afrontar el pago de su cláusula de rescisión, de 120 millones. Con contrato hasta 2024 y una cláusula de 800 millones, Bartomeu no está satisfecho del rendimiento del francés. Su idea era que el futbolista permaneciese la próxima temporada pero el asunto es problemático. Griezmann no juega con Setién, pero puede que tampoco juegue con el que venga. Su puesto ideal tiene dueño.

Debates Primero fue su encaje; luego, la suplencia; y ahora, su salida

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