“No estáis solos
Felipe VI presidió el acto de homenaje en Madrid a las víctimas de la pandemia y a los sanitarios que estuvieron en primera línea
La Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid acogió ayer el acto oficial de homenaje a los muertos por coronavirus en España, 28.413 fallecidos hasta este miércoles según las cifras que ofrece el Ministerio de Sanidad. Lo presidió el rey Felipe VI y a él acudieron numerosas personalidades políticas, desde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la de la Comisión Europea. También estuvieron presentes en la ceremonia los 17 presidentes autonómicos.
En su discurso, el Rey se dirigió a las familias de las víctimas: “No están solos en su dolor, es un dolor que compartimos, su duelo es el nuestro”. El monarca añadió que la aspiración de este acto conmemorativo es “hacer justicia” a la vida, la contribución a nuestra sociedad y la memoria de los fallecidos. Felipe VI ensalzó el ejemplo dado por el pueblo español en los momentos más duros y puso en valor el trabajo de los profesionales sanitarios, de quienes destacó “la voluntad de servicio a los demás" y a los que les debemos “una inmensa gratitud”.
En el acto dieron su testimonio diversas personas que han sufrido en sus carnes lo peor de la epidemia, como Aroa López, enfermera del hospital Vall d'Hebron de Barcelona que acudió como representante de los sanitarios y trabajadores esenciales, que realzó el esfuerzo sobrehumano de los profesionales sanitarios: “Ha sido muy duro, nos hemos sentido impotentes,
con una sensación brutal de incertidumbre. Hemos dado todo lo que teníamos y trabajado al límite de nuestras fuerzas”. En representación de las víctimas estuvo Hernando Fernández Calleja, hermano del periodista José María Calleja.
Entre otros asistentes estuvieron el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y, aparte de Von der Leyen, otros altos cargos de la Unión Europea como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el del parlamento comunitario, David Sassoli. Todos participaron en la ofrenda floral que se realizó sobre un pebetero con el Adagio para Cuerdas de Barber sonando de fondo.
La clausura del acto corrió a cargo del actor José Sacristán, que recitó un poema de Octavio Paz, tras cuya lectura los asistentes guardaron un minuto de silencio.