El Huesca es de Primera
Los azulgrana vencieron al Numancia y se beneficiaron de las derrotas de Almería y Zaragoza para ascender
Catorce meses después y tras superar los efectos de su presunta implicación en la Operación Oikos y un confinamiento, el Huesca vuelve a Primera División. Los altoaragoneses son uno de los pocos recién descendidos que recuperan la categoría un año después y lo hacen tras remontar cinco puntos tras el regreso del fútbol y con una jornada de antelación tras superar al Numancia y aprovechar los pinchazos del Real Zaragoza en Albacete y del Almería en Ponferrada.
Rafa Mir fue el encargado de guiar a los oscenses en El Alcoraz con su doblete y con una asistencia a Okazaki que remató la jugada con un precioso taconazo. Por segunda vez los oscenses llegan a Primera División. Una categoría a la que aspiraban, al ser el tercer presupuesto más importante de la categoría tras Girona y Almería. Sin embargo, en el fútbol no todo es dinero y Míchel ha obrado el regreso a la mejor liga del mundo, el segundo del técnico en tres años. El preparador ha logrado que su equipo estuviera siempre en la zona alta de la clasificación y ha conseguido el ascenso tras aprovechar los errores de sus adversarios.
Entre los héroes del ascenso están los tres capitanes: Pulido, Mikel Rico y David Ferreiro. Un trío de jugadores que han impregnado a la plantilla del sentimiento del Huesca y que han tirado del carro junto a otros veteranos como Pedro López, Mosquera y Okazaki. El japonés y, sobre todo, Rafa Mir. El delantero murciano ha marcado nueve goles, seis desde el parón, y ha sido el gran artífice del ascenso.
No es un título, pero para el Huesca y su provincia es más que una Champions, ya que significa la consolidación de un proyecto que crece exponencialmente desde 2006, que es cuando Petón y Agustín Lasaosa dieron forma a un proyecto que vuelve a Primera y que demuestra que las casualidades no existen y que vuelven a la élite con el objetivo de disfrutar más de una categoría que pasó de forma fugaz en su debut.
Toda la plantilla celebró la fiesta del ascenso en la intimidad, en el interior de El Alcoraz. Un momento histórico para todo el club, pero descafeinado por la falta de público, que tuvo que disfrutar en sus hogares de un momento único. La afición respetó los deseos del club y del Ayuntamiento de la ciudad por el momento que viven dentro de su retroceso a la fase dos.
Regreso El equipo oscense recupera la categoría 14 meses después