El Oeste es de los Lakers
La franquicia de Los Ángeles asegura el liderato de su conferencia diez años después de lograrlo por última vez
Después de llevarse contra los Raptors el disgusto que se da todo el mundo cuando juega contra los Raptors, los Lakers retomaron la buena linde contra los Jazz (108-116). Tres partidos en la burbuja, tres rivales muy exigentes (Clippers, Raptors, Jazz) y dos victorias que garantizan (51-15 ahora de balance, 77% de triunfos) el primer puesto del Oeste de forma matemática. El asunto, en Walt Disney World y sin viajes ni aficionados (reales) en las gradas, puede ser más simbólico que otra cosa. Pero es. Los Lakers regresan a su esencia: 17 veces líderes de su Conferencia al final de una fase regular. Nueve de ellas saldadas con título, incluidas las dos últimas en 2009 y 2010, los años de Kobe Bryant, Pau Gasol y Phil Jackson. El que quiera señales...
Conviene recordar de dónde viene este equipo. Después de cuatro años sin playoffs entre 1960 y 2013, llevaba ahora seis seguidos fuera, incluido el pasado, el primero de LeBron James en California. A ese fracaso se sumó el rechazo de Kawhi Leonard en verano y la obligación, después de esperar al alero mientras se secaba la agencia libre, de recurrir al plan B, casi al C, para construir la plantilla. Muchos dudaron también del entrenador, Frank Vogel. Y DeMarcus Cousins, una especie de comodín tras su sufrido paso por los
Warriors, se rompió la rodilla. Algunos profetas del apocalipsis pronosticaron a unos Lakers en el furgón de cola de los playoffs... como mucho. La temporada, desde luego, ha sido un tremendo éxito: identidad, defensa, química… muchas victorias y, una década después, el primer puesto del Oeste.
Contra los Jazz ganaron con buen tono. Los de Salt Lake City no han podido (0-3) darse una alegría esta temporada contra el equipo al que más odian sus aficionados, uno que vuelve a imponer: LeBron James flirteó con un eficiente triple-doble (22 puntos, 8 rebotes, 9 asistencias, 9/16 en tiros) y Anthony Davis se sacó la espina de la angustia vital en la que le metieron las ayudas defensivas de los Raptors. Vogel le pidió agresividad y Davis, que totalizó 7 en el anterior partido, llevaba 10 tiros en seis minutos y medio. Jugó por fuera para minimizar el efecto Rudy Gobert, anotó 4 triples (4/8) y terminó con 42 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias y un 13/28 en tiros. Devastador en defensa y en ataque, jugó uno de esos partidos que hacen pensar que los Lakers, con él y con LeBron, son tan favoritos como cualquiera. Como mínimo.
Utah. Los Jazz (42-25), sin Bogdanovic en Florida, cada vez parecen menos una amenaza de verdadero calado de cara a las eliminatorias. Donovan Mitchell anotó 33 puntos y Mike Conley 24 con 8 asistencias. Por dentro, Gobert acabó con 16 tantos y 13 rebotes pero también con un -8 en pista, la peor cifra de los titulares de un equipo con un banquillo extrafino, especialmente si Jordan Clarkson (2/13) tiene el día torcido. Un buen equipo, en definitiva, pero que no pudo con un gran equipo: los Lakers. Otra vez, líderes del Oeste. Y en dos semanas, playoffs.