AS (Baleares)

Ansu y Ramos tienen estrella

El azulgrana se convierte en el jugador más joven en marcar en la historia de la Selección española Ramos iguala a Di Stéfano como octavo máximo goleador de La Roja ● Reguilón se marchó lesionado ● España es líder

- HÉCTOR MARTÍNEZ REPORTAJE GRÁFICO JOSÉ MORENATTI Y AGENCIAS

Si Luis Enrique se saluda con Mauro Tassotti en un gesto que engrandece al fútbol y Ansu Fati sale de titular, es que la tarde/noche promete. Era buen presagio y se cumplió, porque lo que llegó después no fue más que la mejor manera de cerrar un domingo que ya nos había alegrado hasta las agujetas Carlos Sainz. España goleó, Ramos sumó nuevas muescas en su brillante historial y Ansu Fati nos recordó que el fútbol es de los que se divierten jugando a él. Era su primer partido como titular y marcó un gol con el que batió un récord vigente desde hacía 95 años. "Viviendo deprisa", cantaba Alejandro Sanz. Pues eso.

Lo cierto es que Ansu no nos dejó casi ni sentarnos en el sillón. Al minuto y veintisiet­e segundos, el azulgrana recibe junto a la cal, dribla a Tymchyk y emprende carrera hacia portería, encara con dos fintas a Kryvtsov y en la última, tocándosel­a de tacón, deja compuesto y sin novia al rival. Penalti. Inapelable. En esos 87 segundos el precio de la entrada ya estaba amortizado… si es que hubiera habido ocasión de comprar entrada.

El penalti lo transformó Sergio Ramos, quién si no, en un medio Panenka que a punto estuvo de parar Pyatov. Era el penalti más tempranero en los 704 partidos que ha disputado la Selección a lo largo de la historia, lo que da pie al defensa (o lo que sea) de Camas para figurar en un nuevo capítulo en el libro de los récords de La Roja.

El gol no intimidó a Ucrania, salvo quizá a Tymchyk y Kryvtsov, que es lógico que aún le estuvieran dando vueltas a esa cometa que un par de minutos antes había zigzaguead­o entre sus piernas en forma de

Ansu Fati. Kharatin escoltaba a Zinchenko, llamado a ser la llave con la que abrir la defensa española. Pero La Roja abortaba ese flujo de juego. Sin balones para Yaremchuk y Yarmolenko, gran parte del peligro ucraniano quedaba desactivad­o. En realidad, la presión española comenzaba mucho más arriba, con Olmo, Gerard Moreno y Ansu ahogando la salida con balón de los centrales.

Poco a poco las piezas de Luis Enrique encajaban. Y no era fácil. Es de aplaudir la decisión del asturiano de probar hasta dar con la tecla. Si ha apostado por una convocator­ia como esta, rompedora, con tanta cara nueva y hambre por hacer buen fútbol, es lógico que mueva jugadores de un partido a otro. Ayer alineó hasta seis novedades respecto al equipo que empató en Alemania. Si hay tanto fondo

de armario, habrá que lucirlo… Hay una segunda lectura a esa remodelaci­ón, la que dice que el selecciona­dor se ve obligado a tantos cambios por la altura de temporada en que nos encontramo­s y lo atípico de combinar el fútbol con ese COVID que desde hace unos meses es el peor defensa al que enfrentarn­os.

Reguilón debutaba con La Roja en detrimento del goleador Gayà. Merino y Rodri se incorporab­an al centro del campo y arriba, el domingo nos había regalado una delantera inédita: Olmo, Gerard Moreno y Ansu. Funcionaro­n bien los tres, asociados en la presión y combinativ­os con la segunda línea ofensiva del equipo. Ahí, Thiago se sentía cómodo, cada vez más. De ese modo, el partido iba teniendo una sola voz, la de España. Y también una sola cabeza. Justo cuando Shevchenko gesticulab­a en señal inequívoca de descontent­o, Ramos cabeceó a gol un centro de Olmo. Suponía su doblete y para mayor alegría de Luis Enrique y todos los que forman parte de su proyecto, el fruto de la estrategia en todas esas reuniones ante la pizarra y el vídeo. Deparaba, además, otra pincelada de esas con las que Ramos te deja boquiabier­to: se convertía en el octavo máximo goleador (23) de la historia de la Selección igualando a un tal... Alfredo Di Stéfano. Lo dicho, va a récord por tatuaje.

El 2-0 hizo daño a Ucrania. Shevchenko negaba con la cabeza y más aún cuatro minutos después, cuando Ansu batía de nuevo a Pyatov con un derechazo desde la frontal del área. Gol y mucho más que eso. Un mordisco a la historia, pues con ese tanto el barcelonis­ta se convertía en el jugador más joven en marcar con España. Había que remontarse a 1925 para ver algo así. Juan Errazquin fue el héroe entonces.

El resultado ya estaba cantado y tuvimos que esperar al minuto 40 para el primer disparo a puerta de Ucrania. Mykhaylich­enko fue su autor, un zurdazo que paró en dos tiempos De Gea, de nuevo titular. Era un modo de salvar el honor, pero poco más. El resultado estaba cantado y la segunda parte fue un trámite finalizado con una noticia buena y otra mala: el golazo de Ferran Torres, que entró por Moreno, y la lesión de Reguilón. La noche se cerraba con el liderato de España en la Nations League y un chaval de 17 años abandonand­o el césped de Valdebebas con cara de habérselo pasado en grande. Como todos.

 ??  ?? Sergio Ramos es abrazado por Merino tras marcar su segundo tanto, mientras Ansu Fati, Navas y Gerard Moreno llegan para sumarse a la fiesta.
Sergio Ramos es abrazado por Merino tras marcar su segundo tanto, mientras Ansu Fati, Navas y Gerard Moreno llegan para sumarse a la fiesta.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain