Cómo aislar a un niño con COVID-19
❖ Los niños también pueden ser portadores y transmisores del virus. Por ello, es importante tener claro cuándo y cómo actuar, pues hay que prestar una atención especial porque suelen presentar cuadros leves e incluso asintomáticos.
La gran dificultad reside en diferenciar la sintomatología de otras enfermedades. El primer paso es consultar al pediatra (en la mayoría de casos por teléfono) para que evalúe si se trata de COVID. En principio, aquellos niños con síntomas compatibles con el coronavirus deben quedarse en casa. Si los síntomas son leves, el niño no tiene enfermedades de base y en casa puede tener los cuidados necesarios, no es necesario ir al hospital. Eso sí, hay que tener en cuenta si convive con personas de riesgo.
Además de estar atentos a síntomas como la temperatura, vómitos, diarrea, tos o dificultad respiratoria, varias sociedades científicas (Asociación Española de Pediatría, Asociación
Española de Pediatría de Atención Primaria, Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria y Sociedad Española de Infectología Pediátrica) han elaborado un protocolo. El aislamiento debe ser en una habitación con ventilación (hacerlo cada cinco minutos) y acceso a baño. Es importante el aseo y el uso exclusivo de ropa y toallas. Por supuesto, evitar el contacto físico y cubrirse al toser y estornudar. Por último, hay que limpiar las superficies de uso frecuente a diario con una solución de lejía en proporción 1:100. La vajilla se lavará con agua y jabón a alta temperatura y la ropa a 60º.
Con el regreso a las aulas es básico tener claro qué hacer si un menor tiene coronavirus o presenta síntomas compatibles; el primer paso debe ser contactar con el pediatra