AS (Baleares)

La nueva Italia tiene aroma

Barella marcó el gol de la victoria en Ámsterdam. Gran sensación de la 'azzurra'. Sólo Luuk de Jong agitó el final

- A. GABILONDO /

La nueva Italia remodelada y tan diferente a las anteriores dejó su tarjeta de visita en Ámsterdam con una victoria de mucho mérito y francament­e vistosa por momentos. La azzurra demostró ser un equipo depurado, con gente joven de buen pie y una dirección de campo de Mancini estupenda, pues no olvida la idiosincra­sia típica italiana pero la ha trufado con una incuestion­able finura en buena parte de sus jugadores.

Holanda se vio superada como en la época preKoeman, dejando lagunas defensivas inadmisibl­es -sobre todo por la banda derecha- que el técnico Lodeweges fue incapaz de solucionar. Italia fue soltando picotazos cada vez más venenosos.

Zaniolo, Immobile e Insigne acariciaro­n el gol, siempre desarbolan­do a la defensa oranje con su capacidad de conquistar desiertos corriendo al espacio.

Tiqui-taca. El gol llegó en una jugada de orfebrería que subraya el buen gusto de los italianos con la pelota. Entre Jorginho, Spinazzola, Insigne, Immobile y Barella convirtier­on un saque de banda en una pintura al primer toque que concluyó con cabezazo del interista. Aké, el último y flamante fichaje defensivo de Guardiola, estuvo blando como la mantequill­a.

Holanda, con De Jong de nuevo haciendo de 5 y Depay desapareci­do, fue incapaz de quitarse la manta italiana de encima, fina como la sed y enmarañada en mediocampo hasta desdibujar del todo a los holandeses. Insigne pudo ampliar la ventaja de una Italia que disfrutaba haciendo correr marcha atrás a Holanda.

La única contestaci­ón local fue un remate dentro del área de Van de Beek, intermiten­te como Wijnaldum. Es más, Moise Kean estuvo cerca de sentenciar el choque con otro remate, el enésimo, que besó el poste. Sólo la entrada de Luuk de Jong en el último tramo del encuentro importunó algo a Italia. Sus centímetro­s fueron un arma mucho más difícil de defender que lo anterior. Una amenaza tibia y demasiado vulgar como para impedir la victoria italiana, más ajustada de lo debido por su falta de pegada. Eso fue, quizá, el único punto negro de una Italia que huele francament­e bien.

Cambio italiano Los jugadores de buen pie abundan en el mediocampo, algo novedoso

 ??  ?? Nicolo Barella se impone a Van Dijk y Aké y marca de cabeza el gol que dio el triunfo a Italia en Holanda.
Nicolo Barella se impone a Van Dijk y Aké y marca de cabeza el gol que dio el triunfo a Italia en Holanda.

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