Vinicius la otra cara de la moneda
El brasileño trabaja para hacerse un hueco en el once titular
Noviembre de 2019. El Madrid recibía al Galatasaray en la cuarta jornada de la Champions. Vinicius observó desde el palco de jugadores el festín de Rodrygo. Esa noche firmó un hat-trick. Vini no fue convocado. El motivo fue su floja labor defensiva realizada ante el Betis (jugó 25 minutos) días antes. Una actuación que molestó a Zidane: le venía avisando de que tenía que mejorar esa tarea.
Desde entonces, Vinicius se propuso mejorar en todo. Su punto más elevado llegó en el Clásico al marcar. Pero justo en su mejor momento llegó el parón por la pandemia del coronavirus. Pero no se desanimó: trabajó a fondo con un preparador físico en su casa. Y el resultado vino en el tramo final de la campaña: participó en 10 de los 11 encuentros (se perdió el duelo ante el Granada, 1-2, jornada 36).
Para afrontar esta nueva campaña, Vinicius se ha machacado en Ibiza y Cerdeña. El regreso de Asensio, la presencia de Hazard, la novedad de Odegaard y el olfato de Rodrygo le obligan a reinventarse, pero como dice: “A mi edad, sólo Casillas y Raúl habían jugado más partidos que yo en el Madrid”. Pero el 2021 que viene trae premios: la Copa América y los JJ OO (si se pueden celebrar). Y Vinicius quiere estar en las dos citas. Hace diez días explicaba sus sensaciones: “Espero volver a jugar para la Seleção. Quiero poder llevar felicidad a nuestra gente”.