España entra en semifinales por la puerta grande
Derrotó a Noruega con Corrales y Marchán mágicos ● La lesión de Sagosen debilitó a los nórdicos ● Dinamarca será el rival por la final
Tras una primera mitad de ensueño, España mantuvo el buen tono en la segunda parte y se clasificó para las semifinales del Mundial de mañana (20:30, ante Dinamarca) al derrotar a Noruega por 31-26 (21-15). Los bicampeones de Europa, en los momentos críticos de la segunda parte, tuvieron en Corrales un salvavidas seguro que dio aire al equipo. También es cierto que los dobles subcampeones del mundo se quedaron sin Sander Sagosen, la estrella del momento y su líder, por lesión, y no participó en el segundo tiempo.
Fue el mejor choque de España hasta ahora y todo se cimentó en el gran encuentro de Rubén Marchán en el pivote, que en un día sobresaliente pasó con nota esta reválida. El ademarista obligó a una defensa en 6-0 que no podía salir a los tiradores: abrió espacios, marcó goles, bloqueó... fue su día, el de un pivote grande al estilo de Julen Aginagalde. Y el otro protagonista, que se llevó el premio a mejor jugador del choque, fue el portero Rodrigo Corrales, posiblemente en su mejor encuentro con la Selección. Fue una sorpresa relativa que jugase de titular, y apagó a unos nórdicos domados por la velocidad de la defensa de los Hispanos al replegarse. “Supe que iba a salir de inicio una hora antes del partido; Jordi Ribera nos da protagonismo a todos, nos rota y nos tiene descansados”, aseguró el gallego.
España firmó una de las mejores primeras partes en muchos años, sin darle excesivo protagonismo a los extremos y sin permitir el ritrmo a la carrera que tanto les gusta a los escandinavos. “Este equipo ha trabajado muchisimo para volver a la lucha por las medallas”, decía al final del encuentro Raúl Entrerríos, que puso la pausa que interesaba, con Cañellas o con Sarmiento, y con un Álex Dujsebaev de líder en ataque, de creador del gol cuando todo se complicababa: su último tanto a dos segundos del final en la primera parte, desde nueve metros, aniquiló mentalmente a Noruega por lo que significaba que su gran defensa se quedase sin premio.
Estrella. No se puede olvidar que Sagosen no estuvo, que se fue pronto del partido, y aunque salió en la recta final, sólo fue para quedarse un minuto. No podía. Quizá esa ambición suya de actuar en todos los minutos le pasó factura en este encuentro: el físico le dijo basta. España es de otra manera, no depende de un jugador, y todos rotan, descansan, disfrutan y son protagonistas. “Quizá este partido haya sido el mejor de España en el Mundial por
cómo hemos estado todos”, decía Álex Dujsebaev, que empezó de avanzado en el 5-1 en una España que tuvo una gran seguridad en el 6-0, con Morros y Guardiola en el centro, cuando se necesitó.
Fueron muy pocas las veces que España salió como un caballo desbocado. No lo necesitaba el partido. No se podían perder balones ante un equipo que golpea de esa manera. Todos atentos, a que no hubiese contragoles con lo que los chicos de Bergen disfrutan. Jordi Ribera tenía bien aleccionado a sus hombres: no se festejan los tantos hasta que no se haya vuelto a la defensa.
Como se esperaba, hubo un mal rato en la segunda, como ha venido ocurriendo en todos los partidos. Fue la portería la que mantuvo las diferencias cuando la eficacía había desaparecido demasiado tiempo. También Noruega tuvo en Bergerund una pieza básica que evitó una derrota mayor, y que de alguna manera posibilitaba a los suyos una lejana esperanza
Por todo eso, y aunque en la segunda mitad se perdió el parcial por dos goles, España entra en las semifinales por la puerta grande, como en 1999, también en El Cairo. Y por otra parte, continúa la sequía noruega ante los españoles: 17 derrotas y un empate en los 23 últimos años. La historia continúa.