Mendy... ¿Mendy quién?

La duda era legítima. Por supuesto que era legítima porque Ferland Mendy no era un futbolista muy conocido fuera de Francia. Aunque estaba jugando en un club importante (Lyon).

Lo que no me parecía legítimo era decir que el fichaje del lateral izquierdo galo era un capricho de Zidane. También algunos comentaban, en el seno del Madrid, que si no fuera por la insistencia del técnico de las tres Champions seguidas nunca se hubiera fichado a Mendy. Para ser honesto, estos mismos reconocieron pronto que el jugador les había sorprendido gratamente, que no esperaban que su integración fuera tan rápida y que pudiese aportar tanto al equipo. Veían a un simple suplente y apareció un titular.

Aunque me fío siempre del criterio de Zizou a la hora de escoger a un jugador, no pensaba tampoco que Mendy llegase a un nivel tan alto en tan poco tiempo. Digan lo que digan en mi país, el salto entre la Ligue 1 y LaLiga es más que tremendo pero el francés de origen senegalés ha sabido adaptarse a base de trabajo y humildad. Cierto es que le ha costado aprender castellano pero como bien dijo Bettoni cuando fue preguntado sobre Jovic y sus supuestos problemas de comunicación: “Las palabras del fútbol son sencillas”. Sobre todo cuando, como es el caso de Mendy, las ganas de triunfar irradian en el cuerpo y en la mente. ¿Mendy quién? decían. Pues sí… ¡Mendy!