Vallejo da tiempo a Gracia
Un gol del gaditano en el 94’ y otro de Gameiro en el 98’ dan un respiro al Valencia ● Kang-in fue desequilibrante
Lo que hubiera pasado sin el gol de Manu Vallejo en el descuento sólo lo sabe Peter Lim. Lo que pasó con ese gol y con el posterior de Gameiro es que el Valencia sumó tres puntos balsámicos. Con ellos, Gracia respira y gana días de cotización. Lo que también se confirmó en Mestalla es la ‘Aspasdependencia’ del Celta, al que le acabó pesando la roja de Rubén Blanco. Todo ello en un partido en el que Kang-in Lee fue el mejor, dejando su toque de mago coreano en la asistencia a Vallejo que, como resumen de lo visto, fue el primer disparo a portería che.
La victoria no oculta los males del Valencia, pero sí desnuda los del Celta. Sólo una victoria en los últimos 23 partidos sin Aspas. Cillessen regresaba ayer tras siete meses de baja y nadie sabe cómo está, porque sólo tuvo que intervenir una vez. Lo único que pasó en las áreas durante la primera mitad fue un gol anulado a Daniel Wass. Bien anulado, por cierto. El resto del tiempo, el balón se pasó deambulando por el campo, con mayor porcentaje de posesión de los celestes, pero sin que nadie tomase el mando, sin que nadie tuviera talento para romper líneas y sin que Maxi ni Mina recibiesen un mal pase que echarse a la boca.
Sólo Kang-in Lee brilló por parte che. El Valencia transmite involución, su juego es frío. Soler y Racic corren pero no se imponen y el juego exterior que aportaban los laterales, sobre todo Gayà, pasó a mejor vida sin que nadie sepa el porqué. Así fue 11 contra 11. Fue González González el que agitó la tarde desde el VAR. Él instó a Pizarro Gómez a que fuera a la televisión a ver una salida en falso de Rubén Blanco que acabó con Maxi Gómez volando fuera del área. La acción, más aparatosa que clara, la estuvo revisando durante varios minutos el colegiado, con jugadores de uno y otro equipo comiéndole la oreja. Finalmente, Pizarro entendió que Rubén sí tocó a Maxi -con la uña sería, aunque tampoco el portero protestó su suerte- y le expulsó. Ahí el Valencia tomó el mando, con más voluntad que orden, y el Celta se olvidó de intentar hacer nada que no fuera encajar gol. Pero apareció Kang-in Lee, vio a Vallejo y el gaditano resolvió.
La jugada clave Pizarro Gómez, tras llamada del VAR, expulsó a Blanco en el minuto 64