“Debemos volver a ser el tercer club de Madrid” Trejo
Ídolo “Veía a Tévez como un superhéroe, gracias a mi papá logré su camiseta”
Óscar Trejo (Santiago del Estero, Argentina, 32 años) vuelve al once del Rayo tras cumplir sanción. El Chocota es una pieza clave en el equipo y el vestuario. Luce galones y brazalete. Se emociona hablando de las raíces, las renuncias y la familia, la argentina y la vallecana. Esas que sueña con unir en un nuevo ascenso.
—¿Cómo está viendo al Rayo? —Bien, a pesar de los últimos resultados. Estos meses son los más importantes. Debemos ir partido a partido. Hay que mantenerse en playoff y aspirar a más. —El ascenso estará caro... —Es de los años que veo más difícil subir. Me gusta el Almería por cómo nos planteó el partido de Vallecas, priorizó su estilo.
—¿Cómo lleva eso de su ‘segunda juventud’?
—La gente se guía más por las cifras que por las sensaciones. El fútbol ha cambiado en la última década. Hay amigos míos en Primera jugando con 38-39 años y tienen mérito porque debuta gente muy joven. Cuando vine a España costaba mucho.
—Es un todoterreno y rinde en cualquier demarcación... —Me debo al Rayo y tengo que dar el máximo. Me han pegado bastantes palos dando el máximo porque no estaba bien. Aun así, yo me exigía. Incluso en esos momentos volvía a casa tranquilo puesto que me vaciaba, lo daba todo. Es un club que quiero muchísimo. —¿Qué significa ser capitán? —Es especial. He tenido compañeros que han llevado el brazalete de una manera increíble: Amaya, Trashorras, el Chori… ¡Alberto! Está 24 horas, todos los días, pensando en qué puede mejorar el club. Se ocupa mucho de las personas y ojalá pueda hacer la mitad de lo que él ha hecho.
—Han afrontado situaciones difíciles, del ERTE al comunicado. —Estamos en una situación en la que tenemos que levantar la cabeza y pelear por quienes están al lado: los trabajadores, el femenino, la cantera… Hemos tenido reuniones y quedado en que las cosas iban a mejorar. —¿Y ha sido así? —Sí, pero no queremos que sea este mes y dos no. Pedimos un proceso que dure hasta junio y dé tranquilidad. —Usted ha vivido situaciones convulsas como aquel ascenso rodeado de impagos.
—Aprendí cómo funcionaba el club, cómo lo manejaban Movilla, Cobeño, Míchel… Cuando regresé hace 4 años me sorprendió encontrarlo igual y se lo dije. Debemos volver a ser el tercer club de Madrid y no el quinto, como ahora. —¿Cómo es jugar en Vallecas en tiempos de COVID? —Bastante frío. Los rivales nos dicen que es una suerte para ellos que no haya público. Las gradas llenas nos daban ese empujón para ganar. Sin la gente, no somos nada. —Vallecas ha dado una lección en la pandemia...
—Es lo que me llama la atención del Rayo. A pesar de cómo tratan a la gente, que ésta siga respondiendo y respaldando al club es admirable. Debemos estar agradecidos y tienen que escucharlos. No podíamos faltar a todo lo que han organizado para que sepan que estamos con ellos.
—También se volcó con su Santiago natal a través de su Fundación, ¿cómo nació? —Me costaba mucho ir a entrenar por el tema económico, no llegábamos a la cuota mensual y para moverme tenía que ir en bicicleta o pedirle dinero a mis papás. Les dije que si ganaba plata, eso que yo estaba pasando no lo iba a pasar ningún chico más del barrio porque crearíamos una Fundación. —¿Quién era su ídolo? —¡Tévez! Le veíamos como un superhéroe. A los 15 años, gracias a mi papá, me dio una camiseta y me la firmó. Fui feliz. —¿Dónde se ve en el futuro? —Me gustaría pasar un año con mi familia cerca, acá o en Argentina. Ojalá, en el Rayo. Siempre que iba a casa me decían que el fútbol les había dado mucha alegría y también mucha tristeza. Me he perdido cumpleaños, Navidades... —Hábleme de sus hijos... —Están locos con el Rayo. Miran los goleadores y me insisten en que sólo llevo uno. Mi hijo Lucca hace muchos en la escuela y me dice que no le voy a alcanzar (risas). Con mi hija mayor, Mia, de 8 años, hablo mucho. Le explico que con 12 yo dejé de ver a mis papás. Me pregunta si no lloraba... Si ellos deciden algo el día de mañana lo harán más maduros, formados y mejor asesorados.
Sin público “Los rivales nos dicen que tienen suerte de jugar con Vallecas vacío”