Una cantada de Cristian condena al Real Zaragoza
El Alcorcón coge algo de aire en La Romareda
El Alcorcón estiró su racha victoriosa en La Romareda con su cuarto triunfo consecutivo y frenó en seco la escalada del Real Zaragoza, al que le aguarda un largo y tortuoso camino por delante para conseguir la permanencia. En el duelo de viejos zorros en los banquillos, Anquela le ganó la partida a Juan Ignacio con una disposición táctica con tres centrales que le hizo la noche muy incómoda a un equipo aragonés escaso de todo y que acreditó una vez más su enorme falta de pegada. Un autogol de Cristian Álvarez en otro de sus fallidos despejes de puños decidió un resultado que coloca al Alcorcón decimonoveno en puntuación de salvación y que supone un clarísimo paso atrás y una enorme decepción para el Zaragoza.
El Alcorcón, valiente, decidido y con una presión muy agresiva, sorprendió de salida al Zaragoza, al que se le vio descolocado e incómodo durante la primera media hora. Eguaras y Francho estuvieron muy tapados y el equipo aragonés, desconectado del partido y sin ninguna capacidad de combinación, fue incapaz de comprometer a Dani Jiménez. Por contra, Jair tuvo que quitarle un remate claro a Marc Gual y a José León se le fue arriba una volea desde dentro el área.
El Zaragoza despertó algo en el último tramo de la primera mitad y disfrutó de dos buenas ocasiones en una dejada de Álex Alegría sobre Narváez, que el colombiano mandó fuera y en una falta de Bermejo que Vigaray no cabeceó por milímetros. Pero prácticamente en todo el primer periodo se jugó a lo que quiso el Alcorcón.
El paso por el descanso pareció sentarle mejor al Zaragoza, que metió una marcha más a su juego y se sacudió con posesiones largas la presión del Alcorcón. Pero en la acción más inesperada, Cristian Álvarez se metió de puño en su propia portería un córner muy cerrado de Dani Ojeda en el minuto 65. El argentino es un felino bajo palos, pero nunca ha dominado el área en las salidas, especialmente en el balón parado Esa es su gran cruz.