No siempre gana quien va más rápido
Marc Márquez ha aprendido la lección. De eso no hay duda. Las recaídas de su lesión durante estos últimos siete meses le han hecho entender que, incluso en el motociclismo, no siempre gana quien va más rápido. Su discurso durante la presentación del equipo
Repsol Honda deja claro que esta vez no habrá más precipitaciones. Para empezar, hay un reconocimiento del fallo: “Lo que ha pasado es que a la semana me subí a una moto que no tocaba”. Para continuar, hay una intención de “aprender del error” sin responsabilizar directamente a nadie, “la decisión se tomó entre todos”, o al menos sin airear esas culpas en público. Y para rematar,
Márquez culminará su recuperación con la máxima cautela, sin apresuramientos, siempre bajo la tutela médica. Paso a paso. Marc ya sabe que no estará en los test de MotoGP de Qatar, y tampoco es seguro que pueda iniciar el Mundial. Pero sus objetivos no se los ha marcado esta vez por fechas, sino por sensaciones. Primero: “Regresar”. Después: “Divertirme”. Y, a partir de ahí, “volver a ir rápido en la moto”. Esa es su hoja de ruta.
Las palabras de Márquez son aclaratorias. También esperanzadoras. Y demuestran igualmente que los apagones informativos que se han vivido estos meses no eran tan aconsejables, porque abrieron la posibilidad de múltiples interpretaciones y especulaciones. A Marc le honra haber reconocido el error que, en la distancia, resultaba obvio que había influido en la demora de su recuperación. Ahora ya lo sabemos oficialmente. El séxtuple campeón del mundo de MotoGP es un deportista muy querido en España y desde fuera sólo va a recibir señales de apoyo y cariño. Y más en este momento. El propio Márquez también ha tenido que pasar por “un proceso” de aprendizaje. “Carreras hay muchas, pero cuerpo solo hay uno”, es su conclusión. Y de ahí saldrá más fuerte. Aunque tarde.