Empate para seguir vivos
Partido con muchos nervios en la zona caliente ● Sandro adelantó al Huesca, pero igualó rápido Diop para el Eibar
Eibar y Huesca firmaron en Ipurua unas tablas que se pueden ver como una botella medio llena o medio vacía: tal vez se trata de un punto insuficiente para salir de pobres o más bien como un añadido a la cuenta de resultados para seguir vivos. Desde luego, cualquiera de los dos se iba a meter en más problemas en caso de derrota. Diez minutos en la segunda parte voltearon los corazones de las dos aficiones, que se tuvieron que conformar con un empate que visto lo visto sabe menos mal a los armeros. Bigas sufrió un fuerte tirón muscular y Bryan Gil, menos brillante que otros días, recibió un pisotón y acabó tocado.
Ambos equipos arrancaron sin miedo. Los de Pacheta venían de lograr dos victorias en los últimos cuatro partidos, mientras que los locales sabían que debían hacerse fuertes en casa para salvar la papeleta. Los primeros minutos fueron trepidantes, con un cara a cara que hacía prever un pulso vibrante. Un toma y daca que fue bajando de intensidad.
Las ocasiones más claras, eso sí, fueron para los locales, con un incomprensible fallo de Kike García cuando remataba en el área pequeña sin oposición, y un remate al larguero de Pedro León al filo del final de la primera mitad. Dos acciones, sobre todo la primera, que podían haber decantado la contienda.
En la segunda parte parecía que ambos equipos querían aguantar el resultado, pero bien es cierto que el Huesca se vino arriba mientras el Eibar temblaba. Hasta que Sandro adelantó a los altoaragoneses volteando no sólo el resultado sino también la clasificación.
Ahí llegó el espíritu guerrillero guipuzcoano. Igualaron la contienda pocos minutos después con un gran testarazo de Diop a la salida de un córner. Dos minutos sirvieron para vivir fuertes emociones en Ipurua. De hecho, Álvaro impidió la remontada armera. De ahí al final, muchas ganas y poco acierto, en un partido que, si bien no salva a ninguno, al menos deja a ambos con vida. El Huesca, eso sí, sigue su vida como colista. Lleva 11 jornadas seguidas ahí. Y no sale de la zona de descenso desde la séptima.
Kike García Falló una ocasión en boca de gol que pudo decidir el partido