Olaza pide la revancha
El uruguayo regresa a Balaídos un mes después de su polémica salida ● Aspas liderará de nuevo a los olívicos
EI pasado miércoles se cumplió un mes del último partido de Lucas Olaza con la camiseta del Celta. Su último servicio como celeste fue en Balaídos ante el Eibar, siendo aquel día uno de los más destacados e incluso rozando el gol. Un par de días después se confirmó su polémica salida al Valladolid. Ahora el charrúa regresa a la orilla del Lagares, con su nuevo equipo con el agua al cuello. Después de siete partidos sin ganar, sumando sólo tres de los últimos 21 puntos en juego, las alarmas suenan cada vez más fuerte en Valladolid.
El Celta, por su parte, afronta el duelo desde la tranquilidad que le da su posición en la tabla y con la motivación de saber que un triunfo ante los pucelanos supondrá media permanencia. Después de que Competición corrigiera el clamoroso error de Pizarro Gómez, Rubén Blanco podrá estar en la portería. Coudet también recupera a sus dos zurdos de oro: Iago Aspas y Brais Méndez. El moañés liderará una vez más a su equipo y el mosense ocupará el lugar del sancionado Nolito en la banda izquierda. El resto del equipo no variará.
Sergio González tampoco agitará mucho el árbol pucelano. No se prevé una revolución, pese a los resultados. El técnico catalán lleva casi toda la temporada en el punto de mira, pero Ronaldo no parece dispuesto a apretar el gatillo. Necesita ganar en Vigo para acallar esas voces críticas. De lo contrario, le van a pitar los oídos de lo lindo.
Ilusión. Coudet desea el triunfo para mirar hacia arriba. Europa sigue siendo una palabra tabú para el cuerpo técnico y la directiva, aunque cada vez son más los que se atreven a pronunciarla en el vestuario. Vencer al Valladolid supondrá un cambio de objetivo para ellos, necesitados de retos más ilusionantes tras dos temporadas de auténtico drama.