El Hyundai i30 gana muchos enteros
La más reciente actualización del modelo compacto coreano supone otro paso adelante en términos de eficiencia, calidad y tecnología. Y todo, con unos precios equilibrados
Hyundai ha conseguido con el i30 tener una propuesta altamente competitiva en el concurrido y exitoso segmento de los coches compactos. En sucesivas actualizaciones ha mejorado detalles que posicionan de forma muy ventajosa a su modelo, especialmente en términos de un precio ajustado a lo mucho que se ofrece por él. Los automóviles coreanos ya no son el chollo que representaron cuando llegaron a los mercados europeos, pero su tecnología y calidad tampoco tienen nada que ver con aquellos de los inicios.
El i30 se ha puesto de nuevo al día con algunos cambios en su carrocería (paragolpes, grupos ópticos, parrilla o colores) y también con un interior que avanza en matices de calidad, además de ofrecer opciones de conectividad acordes con las exigencias de los usuarios actuales. En cuanto al equipamiento, en las versiones superiores como la N Line, se encuentra prácticamente cualquier detalle que se precise, tanto en elementos de confort como de seguridad.
La aportación principal de la nueva gama se refiere a las motorizaciones, algunas de ellas con hibridación ligera muy eficientes. Es el caso del 1.5 TGDI que aporta un excelente rendimiento de 160 CV, manteniendo a raya los consumos gracias a la utilización de un motor eléctrico de 48 V que genera corriente para apoyar algunas funciones del propulsor y reducir el gasto de combustible en consecuencia. Además, esta solución tecnológica se hace acreedora del etiquetado ECO de la DGT y sus ventajas.
Una vez en marcha, el Hyundai i30 es un compacto cómodo y agradable de conducir, ideal para el cliente tipo de un automóvil de su filosofía. No presenta el dinamismo de algunos de sus rivales (que renuncian en contrapartida a una pizca de ese confort), pero sí ofrece una gratificante sensación de seguridad, además de prestaciones más que sobradas para rodar a buen ritmo en carreteras de todo tipo.
Y, como señalábamos, lo que se obtiene por el dinero invertido en su compra está más que justificado, con precios máximos en torno a la barrera de los 30.000 euros.