El Espanyol es de Primera pero aspira a ser campeón
El Cartagena intenta pescar en la resaca perica
Para unos es el infierno. Para otros, su hogar. Depende de la perspectiva. Vive el Espanyol días felices, incluso quienes presumieron que jamás celebrarían un ascenso, tras haber confirmado hace seis días el retorno a Primera.
Y en estas que regresa al RCDE Stadium, escenario el domingo de los festejos, para recibir a un Cartagena que persigue paradójicamente lo contrario: perpetuarse en Segunda. Parte con el descenso en los talones. Ya lo dijo Oscar Wilde, “todos llevamos dentro el cielo y el infierno”.
Para que ese paso del Espanyol desde el purgatorio al cielo –o cuando menos a su hábitat natural de Primera– sea definitivo, le queda alzarse con el trofeo de campeón en Segunda. La intención se le presupone, otra cosa es que le alcance la cabeza. Y las piernas. Dará Vicente Moreno descanso a algunos futbolistas que han ido forzando en la pugna por el ascenso, para no arriesgar ahora que el objetivo es atractivo pero no obligatorio. Y, entre los que entrarán se encuentra Wu Lei, quien tras el partido viajará a China para preparar el clasificatorio del Mundial. Para hoy aún no llega Raúl de Tomás, en cuarentena por la COVID-19.
Sí jugará otro goleador, Rubén Castro, que viene de dar el triunfo al Cartagena ante el Castellón. Junto a Gallar, Elady y De Blasis, es el gran referente ofensivo de un equipo que buscará la sorpresa. Y en el banquillo, Luis Carrión, el técnico de la última Copa de la Reina perica. Otros tiempos: cielo e infierno.