Sentencia del magistrado navarro

Osasuna visita el campo del líder de la competición cuando quedan dos jornadas para la conclusión de la Liga. El Atlético ocupa la primera posición, pero queda mucha tela por cortar. Real Madrid y Barcelona, sobre todo el primero, aún tienen opciones de arrebatarle el título. Es cierto que los rojillos podrían actuar como jueces, ese término tan de moda estos días, en el Wanda, pero Arrasate, con la humildad que le caracteriza, no quiere ni oír hablar de ello. Llegan con los deberes hechos, pero eso no quiere decir que no vayan a darlo todo, a tratar de ofrecer su mejor versión, ante un equipo que últimamente se les ha atragantado. El técnico de Berriatua no piensa en quién es el postulante a olvidarse o no del título. Sólo se centra en que quiere que Osasuna, al que en el año de su Centenario hay que felicitar por haberse ganado quedarse un año más en Primera, termine la competición de la mejor manera posible.

Yes que si algo ha caracterizado siempre al conjunto navarro es su espíritu de lucha y de pelea, su garra, su pundonor y su orgullo. En esta ocasión no van a presentar otras credenciales, por mucho que puedan convertirse en magistrados de la competición. Quedan dos partidos para despedir a algunos jugadores. Y para premiar a otros que han logrado el objetivo. O incluso recuperar física o anímicamente a gente como Chimy Ávila o Rubén García.