Diego Carlos roja y ¿adiós?
El brasileño finiquita su temporada y comienza un verano en el que no le faltarán las ofertas
Llegada
Monchi pagó 15 millones por el que fue su primer fichaje
El brasileño Diego Carlos puso punto y final a su temporada tras ser expulsado en el partido ante el Villarreal. El central sevillista vio su primera tarjeta roja desde que se enrolara en las filas sevillistas el 3 de junio de 2019, cuando se convirtió en el primer fichaje realizado por Monchi tras su regreso a Nervión.
El Sevilla ya avisó en su última junta de accionistas de que este verano habrá que realizar ventas para cuadrar las cuentas pese a que se vuelva a compertir en la Liga de Campeones. De hecho, una de esas ventas debería producirse antes del 30 de junio para cuadrar el balance del curso actual, algo que se asume con naturalidad y con la tranquilidad de que Monchi estará al frente de las operaciones. Y uno de los candidatos para hacer caja es un Diego Carlos al que no le han faltado novias en el pasado y que en La Cerámica pudo jugar su último partido como sevillista.
Precio.
Diego Carlos llegó al Sevilla procedente del Nantes por algo menos de 15 millones de euros y su cláusula de rescisión asciende a 75 millones. En sus dos temporadas en el Sánchez Pizjuán, el defensa brasileño ha jugado 91 partidos y ha marcado tres goles, aunque ahí no se le contabiliza la chilena que se sacó de la manga en la final de la Europa League y que
Lukaku desvió hacia su portería para sellar el sexto título de la competición para la entidad andaluza. Dicho tanto hizo que se quedaran en anécdotas los tres penaltis que cometió en las eliminatorias de cuartos, semifinal y la propia final antes de que se hubieran cumplido los 10 minutos ante Wolverhampton, Manchester United e Inter de Milán respectivamente. Tras ganar la final, el propio Diego Carlos bromeaba diciendo que dichos penaltis habían servido de talismanes para que sus compañeros acabaran cantando victoria.
En su debut en España, Diego Carlos llamó la atención por su superioridad física, que en ocasiones incluso jugó en su contra cuanto los atacantes rivales comenzaron a intentar sacar partido de la misma a base de forzarle faltas peligrosas. En su segunda temporada, confirmó las buenas sensaciones de la primera y aunque acaparó menos focos que su pareja Koundé, sostuvo el sistema defensivo sevillista con la ayuda de su compatriota Fernando cuando el joven francés estuvo más disperso.
Ahora, con la temporada finiquitada, Diego Carlos vuelve a estar en un escaparate al que ya se asomaron con anterioridad varios equipos de la Premier League. El Sevilla no lo va a regalar pero está abierto a escuchar ofertas. Y Diego Carlos, a sus 28 años, con contrato hasta 2024 y en el cénit de su carrera, tendrá que decidir.