AS (Baleares)

Ángel Correa “Uno no se imagina ganar una Liga sufriendo tanto”

El delantero argentino, uno de los jugadores claves en el título conquistad­o el sábado por los rojiblanco­s en Zorrilla, atiende a AS.

- F. J. DÍAZ

Ángel Correa (9-3-1995, Rosario, Argentina) ha realizado una gran temporada con el Atlético. Ha marcado nueve goles y ha dado once asistencia­s durante el curso. Logró un tanto decisivo en Valladolid para iniciar la remontada y fue determinan­te durante LaLiga participan­do en todos los partidos. Ahora revive con AS todos esos momentos históricos. ➥

¿Qué sensación le deja a uno ser el campeón de la Liga? —Sobre todo, felicidad. Una sensación de enorme felicidad por todo lo que hemos vivido durante todo el año. Terminar de esta manera, con el título, es algo magnífico.

—-¿Pensó que resultaría así? —La verdad es que uno no se imagina ganar una Liga sufriendo de esta manera. Uno espera ganar algo más tranquilo, pero en el Atlético nunca nada es fácil y lograrlo así te produce una satisfacci­ón enorme. —-¿Cuándo se dan cuenta de que se llevan el título? ¿Quizá después de ganar de forma agónica al Elche? ¿En el partido ante el Barcelona?

—Sí, en esos partidos que tanto sufrimos para ganar. Después del Elche, tras el empate ante el Barcelona, luego la Real... Los terminamos ganando y hablamos mucho entre todos. Nos dijimos que ya no se nos podía escapar esta Liga. Ahí, cuando ganamos sufriendo tanto, pensamos que era nuestro año. En esos momentos tan duros fue cuando más creímos. —-Ha sido uno de los jugadores decisivos de LaLiga... —Creo que cada uno hemos aportado lo que necesita el equipo y por eso nos llevamos el título. Cada uno hemos dado el máximo y ha sido una de las claves.

—-Sí, pero usted marcó nueve goles y dio once asistencia­s, unos números muy importante­s. Además, apareció cuando fallaron otros...

—Es verdad que en lo personal también estoy muy contento. He jugado más arriba, más cerca del área rival y ahí es donde me siento más cómodo y creo que es donde puedo ayudar más al equipo. De ahí los números que he podido conseguir.

—-¿Con qué gol se queda? —Me quedo con el de Valladolid. Íbamos perdiendo y sirvió para empatar un encuentro complicado. Luego vino el gol de Luis Suárez, el tanto que necesitába­mos para ser campeones.

—-Fue un gol atípico, donde dribló a varios rivales en el área y necesitó meter la puntera para marcar.

—Sí, es cierto, es un gol raro de ver. Es un recurso que por suerte se me da bien. Lo utilizo en los entrenamie­ntos, en los partidos de espacios reducidos. Al portero siempre le cuesta parar ese remate, puesto que espera que uno prepare la pierna para golpear. El remate de puntera sale fuerte y al portero no le da tiempo a reaccionar.

—-Falló algunos goles cantados durante la temporada. ¿Lo pasó mal?

—Sí, lo pasé mal, pero es fútbol. Sé que siempre hay revancha. Y tuve el apoyo de mis compañeros y del cuerpo técnico, pues siempre me dijeron que estuviera tranquilo, que el gol iba a llegar. Me decían que siguiera por el mismo camino, que tener ocasiones no era por casualidad y que el gol llegaría. —-Ver al Cholo consolándo­le tras fallar una ocasión ante el Betis en el último instante es una de las imágenes del campeonato.

—Sabíamos que ese partido era importante para nosotros, que teníamos que ganarlo. Arrancamos muy bien, pero el Betis empató. Y al final tuve un par de oportunida­des para hacer gol que nos hubieran dado los tres puntos. El Cholo me estuvo esperando cuando yo iba camino del vestuario y me dio fuerzas. Me dijo: “Estate tranquilo, el gol llegará”.

—-Ese momento de ánimo para un jugador abatido es impagable...

—Sí, es muy importante, pero también lo hizo porque me conoce desde hace muchos años. Sabe cómo siento el fútbol y sabía lo mal que estaba por esas jugadas y por la situación del equipo.

—-Ante el Levante, cualquier aficionado le hubiera matado. Tiró a las nubes un remate a puerta vacía. —En ese momento no lo puedes creer. No hay explicació­n posible. No entiendes cómo puede suceder eso, puesto que ya ves el gol y que lo estás festejando. Se te va arriba y no ves explicació­n posible. Es un momento horrible. Pero es fútbol y hay que ser fuerte de cabeza y sobreponer­te rápido, puesto que sabes que en el próximo partido tienes la revancha. —-Lo consiguió, puesto que acabó la temporada con mucha confianza, haciendo jugadas imposibles.

Lo pasé muy mal cuando fallé goles, pero sabía que llegarían”

Ahora hay que ser ambiciosos, tenemos un auténtico equipazo”

Me produce orgullo haber jugado este año todos los partidos” “Entiendo la rabia del alcalde al verme desperdici­ar varias ocasiones” “Siempre se dice que puedo salir, pero soy muy feliz en este equipo” “El portero nunca espera que remates de puntera, es un buen recurso”

—Es cierto que tenía mucha confianza para seguir creando situacione­s y ayudar al equipo. Necesitaba seguridad y cabeza. Los goles y las ocasiones tenían que llegar.

—-El alcalde de Madrid, Martínez-Almeida, casi le pidió perdón en público en la celebració­n del título por criticarle tras uno de esos fallos.

—La verdad es que no se escuchaba muy bien. No sabía a quién se estaba dirigiendo. No me enteré de que se refería a mí.

—-No todos los días un alcalde de su ciudad elogia a alguien públicamen­te...

—Yo no me tomo sus palabras ni bien ni mal. En el fútbol siempre hay que respetar las opiniones de cada uno. Ya digo que no se escuchaba de la mejor manera. Sé que no sólo a él, sé que a muchos seguidores les dio mucha rabia por esos goles que no llegaban. Pero al final llegaron, sirvieron para ayudar al equipo y para hacer feliz a la gente.

—-Jugó 48 partidos, todos los que ha disputado el equipo. No se perdió ninguno.

—Sí, he participad­o en todos. Es un orgullo y una felicidad enorme. He tenido la suerte de no perderme ningún partido y de poder ayudar siempre. Es verdad que esto me llena de orgullo.

—-¿Le llegó a molestar que año tras año se hablase de que podía salir en verano?

—Siempre, todos los años, se habla, pero no me molesta. Es decisión del club. La única cosa seria fue cuando me pude ir al Milan, pero no se dio y me quedé aquí. Y lo hice muy feliz porque desde el primer momento me sentí bien en el Atlético, siempre pensé en crecer y en disfrutar en este club. Soy muy feliz en el Atlético.

—-Su aventura rojiblanca comenzó difícil, puesto que en su primera temporada, la 201415, no pudo jugar por una operación de corazón.

—Sí, y ya empezar así en el club te hace quererlo y sentirlo de otra manera.

—-Simeone ha ganado su segunda Liga y para usted lo es todo.

—Es una prueba más de todo lo que ha hecho desde que llegó al Atlético. Estamos todos los años compitiend­o contra grandes equipos. Ganar dos Ligas habla del trabajo, de toda la dedicación al club. Es un premio a tanto trabajo.

—-El futuro pinta bien.

—Tenemos un equipazo. Seguro que hay cosas que mejorar, pero eso ya correspond­e al cuerpo técnico.

—-¿Hay que ser ambiciosos y no quedarse sólo con este título?

—Siempre hay que ser ambiciosos. Siempre hay que mejorar los números de la pasada temporada. Cuando volvamos de vacaciones, hay que pensar de esta manera.

—-El lunar fue la eliminator­ia contra el Chelsea.

—Sí, porque nos ilusionaba hacer un buen papel en la Champions. La eliminator­ia la perdimos en el primer partido. Fue raro, no jugamos en nuestra casa... La temporada próxima competirem­os como cada año por hacer algo importante.

—-¿Le molesta que le llamen Angelito?

—No, estoy acostumbra­do.

—-Por último, ¿a quién va dedicado el título?

—A la familia, a mis amigos, a los hinchas. Y a mi madre, que ha atravesado momentos muy difíciles. Es una guerrera. Va por ella.

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Ángel Correa posa para AS con la camiseta de campeón.

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