AS (Baleares)

Llaneza “Con Roig nos tocó el Gordo y la Primitiva”

- CONRADO VALLE

José Manuel Llaneza lleva 27 años en el Villarreal y en Gdansk vivirá el partido con el que soñó todo este tiempo. Lo hará acompañand­o en el palco por Fernando Roig, que dio negativo en la PCR y podrá viajar a Polonia.

Jose Manuel Llaneza (Puçol, 1948) dice estar jubilado aunque su agenda indica lo contrario y sigue siendo vicepresid­ente del Villarreal. Nos recibe en Puçol, el pueblo de Pep Claramunt, mito del Valencia. Pese a ser tierra blanquineg­ra, varios balcones hondean banderas del Villarreal. “¡Serán familiares!”, bromea Llaneza, que en 1994 llegó a un Villarreal que acababa de llegar a Segunda y que mañana peleará en Gdansk por un título europeo. Por su primer título.

—¿Qué significa para usted la final?

—Llevo 27 años en el Villarreal. Después de muchos avatares, lo hemos conseguido.En 1994 al estadio venían 1.500 espectador­es y 900 eran jubilados a los que el Ayuntamien­to les pagaba el pase. Invitábamo­s cada semana a 4.000 niños, pero apenas venían cien. No había sentimient­o. A Polonia irán 2.100 y podríamos haber llevado a más de 10.000. —¿Cuándo empieza a creer que pelaría por un título? —Llegué con Font de Mora. En 1997 se apartó por salud y entró Fernando Roig. Yo apenas le conocía. Su llegada para el Villarreal fue como si te toca el Gordo y la Primitiva el mismo día. Es un hombre fuera de lo común. A los dos años sabía que haríamos grandes cosas. —¿Tras el primer ascenso? —No por el ascenso, por su mentalidad. Fernando vive para el fútbol y su hijo le da alma y corazón al proyecto. En la vida hay que procurar que los errores sean cada vez menos y ahí radica nuestra filosofía. El ascenso sirvió para darnos cuenta de nuestro error: creímos que éramos los inventores de esto.

—¿Por qué? —Aitor Arregui, hoy estrella Michelín, dice que es el único que ganó “siempre” en el Camp Nou. Jugó una vez. Ganamos 1-3 y ese día igualamos a puntos al Barcelona. Ellos fueron campeones y nosotros bajamos a Segunda.

—¿Pero qué aprendiero­n? —El fútbol es trabajo y tener los pies en el suelo. El momento más amargo fue el descenso de 2012. Sólo estuvimos un minuto en Segunda, el del último partido contra el Atlético, pero ya no había retorno. Podría darte mil razones: la lesión de Rossi, un gol en fuera de juego del Rayo... pero la verdadera razón es que no fuimos capaces de ver los problemas para resolverlo­s. Ahora doy clases en el CEU. En la primera les hablé a los alumnos de Palermo y casi ninguno le conocía. ¿Qué significa eso? Que los jóvenes no han visto al Villarreal en Segunda B, pero nosotros no podemos olvidarnos de eso. —¿Palermo es su fichaje más especial?

—Palermo nos puso en el mundo. Venía de marcarle dos goles al Madrid en la Interconti­nental. Maradona le dijo: “¿Cómo te vas a jugar a un pueblo?”.

—¿Cómo les convencía?

—Con mentiras. A Arruabarre­na le dije que aquí siempre hacía calor y cada vez que llovía, venía a que le diera la baja. Mentiras piadosas, claro, y pagando al día, que no era común. Los que vienen ahora ya saben dónde y qué es el Villarreal.

—¿Qué le llena más: Palermo de amarillo o el debut de Pau? —Lo de Pau, sin dudarlo. El crecimient­o de la cantera es lo que nos permite fichar jugadores importante­s o a Emery, que se le fichó para dar un paso adelante y lo hemos dado.

—Forlán fue su primer contacto con el Manchester United. —Víctor Muñoz ya me dijo que le fichara cuando fuimos a por Marioni. Pero era muy joven. Después firmó por el United, pero no jugaba mucho. Ferguson autorizó la operación, porque él tenía en Mánchester que autorizar hasta quién entraba a las oficinas. Nos preguntaro­n por la forma de pago. Era un viernes y les dije que el lunes tendrían todo ingresado. Se sorprendie­ron. Les pedí a cambio que jugaran un amistoso en El Madrigal. “¿Jugar el United en Vila-real? ¿Qué me está diciendo?”. Ahí saqué mi sangre asturiana y le dije: “Usted vendrá a jugar, pero lo hará obligado”. Al año siguiente nos enfrentamo­s en Champions. Cuatro veces hemos jugado, cuatro empates.

—Y la quinta vez, una final. —Raúl González me dijo el otro día que “las finales no se juegan, se ganan”. Cada día me despierto con más ilusión... Es nuestro momento.

Palermo Maradona le dijo cuando le fichamos: “¿Cómo te vas a jugar a un pueblo?”

Evolución “Cada día me despierto con más ilusión, es nuestro momento”

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José Manuel Llaneza, vicepresid­ente del Villarreal, a

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